Muchas veces nuestras decisiones se están basando en nuestros sentimientos, en nuestras emociones, en nuestras motivaciones externas e internas, o en cualquier cosa que no tiene mucho fundamento para ser una base que nos ayude a llegar a una conclusión segura.
Necesitamos estudiarnos profundamente:
- Estudiar nuestros Sentimientos,
- Estudiar nuestras Emociones,
- Estudiar nuestras Motivaciones,
- Estudiar nuestras Fortalezas y Debilidades,
- Estudiar nuestras Virtudes y Defectos,
- Estudiar nuestras Convicciones si son fuertes o no tienen fundamentos seguros.
Cuando aprendemos a conocernos a nosotros mismos, antes de tomar decisiones, cuando aprendemos a conocernos a nosotros mismos, podemos saber si realmente estamos preparados para tomar decisiones, o si debemos posponer nuestra toma de decisiones, para primeramente centrarnos en los requisitos que debemos llenar.
Necesitamos analizar lo siguiente:
- ¿Cómo son mis sentimientos, son confusos a veces siento algo y al rato siento otra cosa muy diferente?
- ¿Cómo son mis emociones, son inconstantes, siempre tengo una confusión y un estado de ánimo diferente?
- ¿Cómo son mis pensamientos, me cuesta concentrarme y dedicarme a analizar, o cuando me siento a analizar realmente lo hago segura de lo que estoy haciendo?
- ¿Cómo son mis motivaciones, son motivaciones egoístas o motivaciones realistas?
- ¿Cómo ha sido mi experiencia anterior acerca de las tomas de decisiones, por lo general siempre tomo las peores decisiones, o he tomado buenas decisiones la mayor parte de las veces?
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