Sintomatología
Los síntomas de la bronquitis consisten en una inflamación de los bronquios, los tubos anchos que transportan el aire desde la tráquea hasta el centro de los pulmones; existen dos tipos de bronquitis: la aguda, que se manifiesta en un principio por tos y esputos de color amarillo verdoso, que se vuelven mas y mas flemosos a medida que la enfermedad evoluciona y la crónica, de mayor gravedad, la cual se debe a una infección repetida de los bronquios.
Significado.
Esta dolencia está estrechamente relacionada con la respiración y con el deseo de aceptar la vida o de rechazarla provisionalmente, lo cual puede indicar un conflicto o una incapacidad para estar a gusto con aquello que inhalamos del exterior; la respiración es el ritmo de inhalar y exhalar, de la expansión y contracción, por lo que las dificultades respiratorias pueden indicar una resistencia a dar, compartir o, bien, miedo a tomar, absorber y asimilar; la capacidad de respirar hondo equivale a inhalar vida, pero si la respiración es débil y superficial, puede indicar que la vida es hipócrita y temerosa, soliendo ocurrir en períodos de angustia o pánico. La inflamación de los bronquios anuncia una emoción reprimida (odio, ira) y la consiguiente necesidad de "expulsar " algo del pecho. Como quiera que esta es la región respiratoria, el odio tiene relación, invariablemente, con la experiencia de llevar una vida independiente, porque, cuando respiramos por primera vez, se nos considera realmente vivos.
Causas.
La bronquitis, físicamente, puede ser desencadenada por el tabaquismo, la exposición al frío y a la humedad; psicológicamente, la región pectoral tiene fundamentalmente que ver con la relación con uno mismo, es decir que los problemas en esta zona están vinculados a lo que ocurre dentro, a los sentimientos respecto a nosotros mismos y a nuestros actos: frustración, odio interior, rechazo a vivir, disgusto con lo que inhalamos del exterior, problemas familiares, discusiones y gritos en el hogar.
El asma, físicamente, se puede desencadenar en un medio ambiente donde el aire que se respira contiene partículas ante las cuales el organismo es hipersensible (polen, polvo, pelos de animales domésticos, etc.); psicológicamente, se desencadena inesperadamente en individuos neurotónicos, quienes, a pesar de ser responsables, no siempre tienen conciencia de ello, pudiéndose tratar de una interiorización excesiva o de dificultades relacionadas con la familia, el trabajo, etc.
Segunda parte:
Tratamiento.
a). En caso de bronquitis aguda.
El masaje fuerte, dos a tres veces por día, durante tres minutos por punto, acelera la curación:
- En el anverso de la mano, a 2 dedos encima del pliegue de la muñeca, en una pequeña depresión, arriba del dedo pulgar (7 P).
- En el dorso de la mano, a 2 dedos arriba de la muñeca, al final del dedo pulgar (5 I. G).
- En el anverso de la mano, entre el índice y el pulgar (4 I.G).
- En la espalda, a lado y lado de la séptima cervical (Ding Chuan).
b). En caso de bronquitis crónica.
Masajear suavemente, 2 minutos, a mañana y tarde:
- En una depresión por debajo de la clavícula, delante del hombro (2 P), a ambos lados.
- En medio del pecho, en la línea que une las tetillas (17 V.C), punto sensible.
-En el anverso del antebrazo, a 2 dedos arriba de la muñeca (8 P).
c). En caso de asma.
Masajear suavemente, 2 minutos, tres veces al día y cuando se genere crisis:
- En el hoyuelo encima del reborde interno del esternón (2 V.C).
- En medio del pecho, sobre la línea horizontal que une las tetillas (17 V.C).
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