Amigables (no muy seguro/muy sensible):
no son los que lo atenderán detrás
de un escritorio, más bien se sentarán
con Ud. frente a frente en un sector informal
de la empresa. Estarán seguramente encantados
de verlo. Les gusta socializar, tener a alguien
a mano con quien charlar un momento. Con este
tipo de clientes es conveniente no tener ningún
tipo de desavenencia o conflicto personal. Entonces
asegúrese de que ellos detallen sus objetivos
y especifique qué es lo que Ud. acuerda
con el cliente y cuáles son los plazos.
Expresivos (muy seguro/muy sensible): este
tipo de personas lo atenderán seguramente
en importantes oficinas cuyas paredes ostentan
cuadros con slogans y premios recibidos. Los
escritorios presentarán pilas de papeles
que corresponden a los diez importantes proyectos
en los que simultáneamente está
trabajando esta persona. La oficina transmitirá
calidez y sociabilidad. Esta clase de personas
está más interesada en socializar
que en la lógica y los hechos. Les interesa
el reconocimiento y la autoestima. No es difícil
hablar con ellos sino lograr que agenden una
reunión con Ud. Déjelo hablar
acerca de sus ideas, opiniones y sueños.
Luego focalice su esfuerzo de ventas en desarrollar
interesantes conceptos con él que ayudarán
a concretar sus sueños.
"Esas ideas son brillantes y creo que yo
puedo ayudarlo a concretarlas". Ya que
este tipo de personas tienden a exagerar y generalizar,
es conveniente que Ud. detalle con precisión
qué acuerda con él y cómo
y cuándo las cosas serán hechas.
Para esto envíele una nota después
de la reunión en la que le dirá
"tal como lo conversamos en el día
de hoy..." especificando claramente los
pasos a seguir. No hay nada de malo con soñar,
solo que asegúrese que haya un firme
fundamento de realidad.
El Analítico (poco seguro/no muy
sensible): su oficina es muy funcional y organizada.
Probablemente haya gráficos y tablas
en las paredes, todo relacionado a la empresa
y su trabajo. Solamente los elementos necesarios
en el escritorio (una agenda y material relacionado
con el proyecto actual). Todo es formal y prolijo.
El analítico no es precisamente cálido,
dinámico y abierto. Cree en lo preciso,
en la información, en los hechos y en
la organización. Más le vale a
Ud. llegar puntual a la reunión. Para
él, las 9:02 no
son las 9:00.
Chequee varias veces el material que le va a
presentar. No hay lugar para el error u omisión.
Con esta clase de gente exponga cantidad de
hechos, folletos, información respaldatoria
e informes hechos en impresora láser.
Esté preparado para preguntas específicas
y mantenga todo estructurado y organizado. El
problema con los analíticos es que analizan
todo al máximo. Probablemente Ud. no
logre que este cliente tome una decisión
inmediata, ni siquiera lo intente. Muéstrele
evidencias y hechos. Trate de estructurar las
opiniones de él en torno a 2 o 3 alternativas
e indúzcalo a decidirse por aquella que
mejor se adapta a las necesidades de él.
Para cada alternativa provea un resumen de beneficios
y ventajas vs. aspectos negativos y desventajas.
Y recuerde: los analíticos no toman riesgos
y quieren estar seguros de estar en lo cierto,
por lo tanto incluya garantías que minimicen
su riesgo.
El Conductor (muy seguro/poco sensible): En sus oficinas
este tipo de cliente quiere dominarlo. Se sentarán
detrás de macizos escritorios en sillas
altas como para mirarlo desde arriba. Usted
se sentará sumiso en una silla acolchada.
En la pared habrá placas y algunas banderas.
A este tipo de gente le importa muy poco de
sus problemas o sentimientos. Pero por otro
lado los conductores usualmente consiguen muy
buenos resultados. Ellos harán lo imposible
por dominarlo, pero si lo logran, perderán
respeto por usted y allí su causa estará
perdida.
Los conductores son muy disciplinados, tanto
como usted necesita serlo. Como en el caso anterior,
sea puntual y tenga todas sus explicaciones
y detalles preparados.
En ventas es importante, pero particularmente
en el caso de conductores, dejarlos descubrir
la verdad por ellos mismos y hacerles creer
que la decisión de compra fue idea de
ellos. En realidad los conductores pueden ser
fácilmente controlados dejándoles
creer que ellos tienen el control. Esto se logra
identificando y sosteniendo sus metas y objetivos
a través de un criterioso uso de preguntas
que los conducirá a ellos a la conclusión
por usted deseada.
Luego ayúdelo a generar planes de acción
alternativos teniendo en cuenta pros y contras
de cada uno para que el cliente le diga cómo
y no si le va a comprar.
Con los conductores usted puede tender a ser
más amigable, sobre todo siendo una persona
expresiva; quizás quiera conocerlo un
poco más o convertirse en su amigo. Olvídelo,
excepto que esto conlleve un interés
en sí mismo. Valore sus ideas y logros,
pero no se envuelva a nivel personal. Focalícese
en el negocio que tiene en la mano.
|