Usar la opción de webcam y micrófono, junto con algún tipo de freeware a través de Internet puede ser una opción interesante, por su costo prácticamente nulo, pero tenemos que saber que la calidad de imagen y sonido y la velocidad de transmisión sufren muchísimo por causa del ancho de banda muy pequeño. Tampoco la resolución es alta y la cantidad de frames por segundo (fps) es mínima, pudiendo llegar a limites como uno por segundo. Eso es a lo que nos referíamos cuando decíamos anteriormente que se sufre el “efecto robótico”.

Por otro lado, usar un sistema de escritorio, y más precisamente el software que lo acompaña, nos permite obtener una transmisión muchísimo mejor, pudiendo llegar hasta a limites (en los mejores casos) de casi treinta frames por segundo (pueden ver claramente cual es la diferencia entre este sistema y aquel del que hablábamos en el párrafo anterior).

Además, también en los mejores casos, podemos esperar un delay de un segundo entre intercambios.

En definitiva

Con la tecnología en permanente movimiento y las compañías tratando siempre de reducir todo lo posible sus gastos, la videoconferencia es una herramienta que no solo no parezca que vaya a desaparecer sino que, por el contrario, pareciese estar ganando cada vez más fuerza. Si se vuelve más y más común, entonces no es una buena idea que nuestra compañía no pueda contar con algo que nos puede dar una ventaja clave a la hora de poder concretar negocios y llevar adelante la compañía.

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