Como todos los precios dependen del tipo de servicio y de los modelos que utilicemos, no podemos más que dar una idea muy general de los mismos, haciendo un comentario de que deberíamos pagar en cada caso. Es imposible hacer una lista comprensiva de absolutamente todas las posibilidades (es imposible hasta intentarlo) así que no queda más remedio que hacer todas las averiguaciones pertinentes en el momento en que decidamos que necesitamos un sistema de videoconferencia. Además, la verdad es que los precios cambian constantemente y las tecnologías también tienden a quedar obsoletas muy rápidamente, así que se necesita averiguar en el momento para que la información sea la correcta.
Para el sistema basado en la web, lo único que necesitamos es la webcam, la cual puede variar su precio entre veinte y trescientos dólares, dependiendo de marcas, procedencias, calidades y un millar de detalles, muchos de los cuales no llegaremos a entender realmente.
En cambio, los sistemas de escritorio son bastante más caros y podemos suponer que tendremos que gastar entre trescientos y mil quinientos dólares por uno de ellos.

Ahora, si estamos hablando de un sistema de estudio con todo incorporado, ya podemos empezar a pensar en costos mucho más elevados, que pueden ir entre los cincuenta mil y los cien mil dólares. Como podemos ver, para que realmente tenga sentido este tipo de gasto tendremos que sacarle realmente mucho provecho a la videoconferencia y que eso nos de muchos beneficios para nuestro negocio.

En cuanto a la conexión, es un gasto adicional que tendremos que afrontar y que dependerá de la calidad de servicio, de la empresa que lo brinda y de la velocidad. Nosotros hicimos cierto hincapié en la conexión ISDN, ya que es la menos conocida, y también la que es menos conocida por la mayor parte de las personas. En este caso, pagaremos tanto por el uso como por la comunicación de larga distancia que estaremos estableciendo

Rentando un espacio

La última posibilidad que nos queda, que seguramente tendremos que utilizar en el caso de que necesitemos establecer una videoconferencia con cierta urgencia, y no tenemos tiempo para averiguar los costos, comprar todo lo necesario hacer la instalación, es rentar un lugar. Determinadas compañías y estudios nos alquilarán por hora un lugar en el que podremos hacer la videoconferencia, con lo cual podremos salir del paso con un costo no demasiado elevado. Algunos de estos estudios inclusive ofrecen la posibilidad de comprar un video de la conferencia.
Por supuesto, si suponemos que vamos a tener que hacer un uso extensivo y repetido de la videoconferencia, con cierta frecuencia, no nos conviene alquilar un estudio, ya que termina siendo mucho más gasto. Pero si es algo que no suponemos que se va a repetir, entonces es una buena forma de solucionar el tema por un costo relativamente bajo.