La depresión,
una enfermedad muy extendida en nuestra sociedad,
que afecta al cerebro y modifica notablemente
a nuestro estado de ánimo.
No se sabe a ciencia cierta cual es el motivo
de la alteración psíquica y física
que causa la depresión, aunque se achaca
a a un mal funcionamiento en los neurotransmisores,
elementos que permiten a las células
del cerebro comunicarse entre ellas mismas.
Otro de los motivos que se supone que pueden
causar esta enfermedad podría ser un
cambio hormonal, que hace que aumente la secreción
de una hormona conocida como cortisol, que se
genera cuando se vive una situación de
miedo, temor o estrés, como podrían
ser un exceso de trabajo, problemas con los
amigos, la familia, la pérdida por muerte
o desaparición de un ser querido, etc.
Esta enfermedad
se manifiesta principalmente por una alteración
del sueño, insomnio, sueño excesivo,
forma de pensar (siempre de forma negativa),
pesimismo, vacío, pérdida del
apetito sexual, impotencia sexual, tristeza,
sentimientos de culpa, dificultad para la concentración,
inquietud, trastornos físicos, pérdida
de interés, agotamiento, pérdida
de energía, fatiga, pérdida del
apetito o por el contrario comer excesivamente
y sin control, pérdida de memoria, pensamientos
de suicidio o de desear la muerte.
Todos estos cambios
muy marcados de carácter conllevan como
consecuencia una disminución de la capacidad
para desarrollar nuestras actividades normales
o desenvolvernos con soltura y de forma natural
en la sociedad.
Menguan la capacidad para el estudio, el trabajo
o cualquier otra facultad que anteriormente
poseíamos.
En los casos más acentuados de depresión
podemos cambiar de la felicidad, la euforia
y la hiperactividad a la negatividad y a la
pasividad de forma cíclica y rápida
y en este caso se trataría de una enfermedad
maníaco-depresiva.
Durante los períodos de depresión
existe el riesgo de padecer trastornos de tipo
cardíaco, coagulación de la sangre,
tensión arterial, etc.
Existe un tipo de depresión temporal
que se produce durante la primavera y
que se conoce como astenia primaveral, producida
por una inadecuada adaptación del organismo
a los cambios que se producen a nivel climático
que a su vez produce cambios en el funcionamiento
del organismo.
También puede ocurrir que se manifieste
la enfermedad durante el otoño, pero
como en el caso de la astenia primaveral esto
será pasajero.
Es muy importante tener en cuenta que al margen
de que una depresión pueda ser a consecuencia
de una herencia biológica que pasa de
generación en generación, se deba
por otra parte a la baja autoestima de la persona
que la padece.
En ambos casos al
margen del seguimiento que hagan los profesionales
de la salud, no estaría demás
probar con métodos naturales como complemento
a los tratamientos que les sean indicados en
la medicina convencional.
Cada vez más los profesionales de la
medicina aprueban como ayuda para paliar esta
enfermedad, métodos de autoayuda y terapias
complementarias no agresivas, que sin lugar
a dudas favorecen al paciente.
Hay que advertir que la familia, los amigos,
los compañeros del enfermo juegan un
papel muy importante para favorecer la mejoría
del enfermo depresivo: afecto, compresión,
paciencia, dedicación. Saber escuchar
es sumamente importante; dedicarle un tiempo
para que salga de casa: ir a pasear, salir al
campo, a la montaña o a la playa de excursión,
llevarlo al cine, inducirlo a practicar algún
deporte, procurar que nunca quede solo para
de esta forma evitar que piense de forma negativa;
en definitiva mantenerle distraído. Inclinarles
a que lleven una dieta equilibrada y administrarles
alguna bebida que les de energía, siempre
que no
padezcan de tensión alta, como el té,
el café y comidas con sal.
También se
puede probar con la acupuntura que además
de no ser un método agresivo de curación
puede dar resultados positivos o bien con los
masajes terapéuticos.
También se recomienda proveerle de libros
de autoayuda, cintas de relajación, música
del tipo que elija el paciente y desde luego
sería muy interesante hablarles de la
posibilidad de practicar ejercicios de respiración
profunda, concentración, yoga y meditación.
Se da el caso de que, según las estadísticas,
esta enfermedad es más frecuente en las
mujeres que en los hombres. Las mujeres suelen
aceptarlo mejor que los hombres. La no aceptación
conlleva el riesgo de paliar esta falta de energía
y ansiedad que produce la depresión mediante
las drogas y el alcohol.
A pesar de que el enfermo en un momento determinado
note mejoría, no quiere decir que esté
totalmente curado por lo que debe seguir tratamiento
durante un tiempo hasta que su médico
o terapeuta lo confirmen.
El tratamiento de la depresión con la
ayuda de un psicólogo suele ser muy eficaz,
pues mediante la conversación entre el
paciente y el profesional se analizan los posibles
problemas o conflictos que puedan provocar la
enfermedad y se dan pautas a seguir en el comportamiento
del depresivo para cambiar su postura negativa.
Durante el proceso
de la depresión uno debe intentar distraerse
y dejar para más adelante el tomar decisiones
serias sobre su futuro o plantearse conseguir
metas que son inalcanzables.
La mayoría de las personas están
predispuestas a sufrir en algún momento
de su vida de una depresión, por lo que
todos debemos prevenirla sabiendo elegir la
clase de vida que deseemos llevar en el futuro
y sabiendo por otra parte que dado que en la
vida se presentan numerosas situaciones dificultosas,
deberemos estar preparados para superarlas sin
caer en lo negativo.
Se trata en definitiva
de intentar cambiar los cristales oscuros de
las gafas que uno lleva por unos transparentes
y de esta forma poder apreciar nítidamente
que la vida es de COLORES y que vale la pena
vivirla intensa y felizmente.
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