La sociedad de consumo en la que se vive hace que el individuo cada vez se vea más expuesto a comprar, aunque todo aquello que se consume no sea necesario para vivir con felicidad, comodidad y satisfacción.
Sin embargo, las tentaciones son muchas y las facilidades de pago han hecho que en los últimos tiempos, los consumidores se endeuden para tener todo lo que se cree que brinda prosperidad, sin tener una actitud precavida y tener en cuenta los posibles vaivenes económicos.
Si toca una etapa en la que hay que ajustar el presupuesto, nada mejor que estos útiles consejos:
1.- Si la familia dispone de más de un vehículo, es buen momento para plantearse la venta de uno de ellos. Es necesario evaluar muy bien la situación para poder hacer la mejor decisión posible.
Si se tiene un solo coche, una buena idea es compartir el vehículo con otras personas que también necesiten trasladarse al mismo lugar o sitios cercanos. De este modo, se abaratarán mucho los costos ya que se logrará un ahorro importante en gasolina.
2.- Si se cuenta con un garaje en el hogar, durante las horas que no se tendrá el vehículo aparcado dentro, se puede alquilar a personas que lo necesiten.
3.- Si no se ha podido conseguir alquilar el garaje o vender el vehículo, se puede valorar la posibilidad de utilizar el transporte público. En momentos de ajuste, lo primero es pensar en el ahorro y luego en la comodidad, sin que esto signifique ir en detrimento de la salud.
4.- Si lo que asfixia es el pago de la hipoteca y se dispone de una habitación libre, o más de una, la opción es ponerlas en alquiler por un tiempo hasta que la situación mejore.
5.- El servicio a Internet puede resultar muy caro ya que entre impuestos, línea telefónica, establecimiento de la línea y demás posibles detalles, la factura puede ascender más de lo esperado.
Es conveniente pensar el uso que se da a este servicio. Si se trabaja con él, se puede pensar en una conexión inalámbrica con la que solamente se pague por lo que se consume.
Antes de tomar una decisión, hay que analizar muy bien las ofertas de las compañías para no tener sobresaltos inesperados.
6.- Hoy en día casi todo el mundo dispone de teléfono móvil, hasta los más pequeños del hogar. Hay que plantearse cuán necesario es este aparato. Los niños pueden prescindir de él y si hay algún mayor que trabaja desde la casa o no sale del hogar con frecuencia, el uso de este dispositivo puede ser obsoleto si se cuenta con una línea fija.
7.- Otro de los gastos que infla las facturas a finales de mes es el tema de la comida. Hay quienes están muy acostumbrados a salir a comer afuera varias veces a la semana. Los menús por más económicos que resulten siempre son más caros que la comida hecha en casa.
Lo ideal es poder cocinar y comer en el hogar cuando se tiene la oportunidad y llevar la comida al trabajo para evitar tener que gastar dinero extra en restaurantes o bares. En el caso de las bebidas, si en el trabajo hay que pagar por el café o demás productos, lo más aconsejable es poder contar con una cafetera o también llevar las bebidas adquiridas en el supermercado.
De este modo, se evitará el uso de las máquinas expendedoras, ya que los precios de los productos que contienen son mucho más elevados. Con respecto a la compra de los alimentos en el supermercado, es conveniente realizar una lista previa a la asistencia al establecimiento.
No dirigirse al lugar con hambre y limitarse a adquirir los productos necesarios. Las marcas blancas de los supermercados son más económicas y en muchas ocasiones no se pueden determinar las diferencias en cuanto a calidad, pero sí en cuanto a costo económico.
7.- Si las actividades extraescolares de los niños deben suspenderse, lo aconsejable es analizar si algún integrante de la familia o amigo puede encargarse de cumplir con la enseñanza.
Todas estas sugerencias pueden ayudar a reducir los costos que se reflejan al finalizar el mes y lograr así un equilibrio financiero de ajuste hasta que la situación mejore.
Una conducta ahorrativa puede ser muy beneficiosa para valorar lo que se tiene y lo que realmente hace falta conservar, ya que en muchas oportunidades, los gastos que se van acumulando son innecesarios y no aportan ningún beneficio a la calidad de vida de sus integrantes.
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