Los tiempos que corren hacen que con un
sueldo no sea suficiente para mantener
un hogar, sobre todo si son varios los hijos que hay que mantener.
Es habitual que una vez que los niños alcanzan la mayoría de edad, estudien y
también trabajen al menos unas horas para poder colaborar con las necesidades
del hogar en el que habitan.
Sin embargo, nadie está exento de perder el empleo y si esto ocurre y todos los
integrantes quedan desamparados hay que comenzar a ejecutar medidas que alivien
en lo posible la .sobrecarga de gastos
Cómo controlar los gastos en periodos de desempleo
1.- Reducir gastos en todos los aspectos. “Las familias que se encuentran en
esta situación tan extrema tienen que afrontar un cambio de vida que resulta muy
complejo de asimilar, pero es de vital urgencia realizarlo cuanto antes.
Entre las decisiones que hay que afrontar se encuentra la de mudarse a una
vivienda más pequeña en la que el alquiler sea pequeño en caso de que se esté
pagando una hipoteca o pagando una renta.
Otra de las alternativas es alquilar una habitación que esté libre en el
hogar o si hay más de un hijo, hacer que los niños duerman juntos para poder
liberar un ambiente y poder alquilarlo”, sostiene la economista española
Pilar Montalbán Morilla.
2.- Valorar si es conveniente trasladarse en transporte público o en el vehículo
particular. “Si se tiene más de un coche, la medida siguiente es la de vender
uno, quedarse con el más económico y el que menos seguro pague.
También existe la posibilidad de ponerlo en alquiler y a disposición de
quienes necesitan trasladarse. De este modo el segundo coche se podrá convertir
en una salida laboral.
Si se considera que es más conveniente vender todos los vehículos que hay en
la familia, hay que valorar las distancias si alguno de los integrantes estudia
o realiza alguna actividad que influirá en un posible futuro trabajo.
Si la distancia a recorrer día a día no es mucha se puede valorar el uso de
bicicleta”, destaca la especialista.
3.- Los servicios son otros de los gatos fijos que hay que reducir. “Si se
tiene teléfono fijo en la casa, tal vez no sea necesario contar con tantos
aparatos móviles. Si se tiene internet habrá que valorar si es posible reducir
la tarifa, cambiar de compañía o directamente dar de baja el servicio hasta que
la situación familiar, mejore”, opina la experta.
4.- Durante el invierno, la factura de energía y gas se disparan. Si hay más de
un hijo en una habitación, durante esta temporada, para ahorrar en calefacción,
los hijos pueden compartir la habitación. La tarifa se reducirá notablemente.
5.- Si se vive en una casa propia y con jardín, se puede pensar en plantar
verduras y frutas para no tener que comprarlas. Las cebollas, lechuga, tomates,
pimientos, zanahorias y patatas se pueden cultivar en el hogar.
Nadie está preparado para tomar decisiones extremas, pero llegado el momento
inevitable, hay que poder actuar y no quedarse esperando que una situación
mejore ya que no hay manera de poder controlar todos los aspectos que influyen y
se combinan para que una situación económica que traspasa las fronteras de una
familia, prospere.
Lo mejor es actuar con responsabilidad y sin apegos hacia lo material ya que
seguramente habrá tiempo en un futuro, de poder aprovisionarse de todo aquello
que se desee.
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