Todos tenemos una red de amigos o de contactos laborales, pero somos muy pocos los que sabemos cómo usarlos a nuestro mejor provecho. Tal vez, sea el temor de alzar la mano pidiendo algo o cierto estado de apatía, pero la mayoría de nosotros no hacemos el esfuerzo por encontrar gente que pueda asistirnos y ponernos en situaciones ventajosas.
Cualquier profesional —joven o entrado en años— puede beneficiarse de la ayuda de otros, de modo que conseguir asistencia es algo primordial en cualquier momento de tu carrera. Estos contactos podrían ayudarte a encontrar un trabajo u ofrecerte valiosos consejos.
Comienza averiguando quién conoce a quién y diseña la correcta estratagema para aproximarte a cada persona. Para ayudarte en tu tarea, enplenitud te da algunos consejos que te permitirán crear y mantener una saludable red de contactos.
Haciendo contactos
Uno de los mayores impedimentos para hacer nuevos contactos es el temor de quedar en deuda y no poder corresponder.
Después de todo, lo más posible es que contactes a alguien más exitoso, y podrías pensar que esta persona jamás necesitará algo de ti. Si bien esto puede ser cierto en un comienzo, las cosas podrían cambiar en cualquier momento.
Hacer contactos involucra ir más allá de la zona habitual de confort y ubicarte en una posición donde puedes ayudar a alguien o ser asistido por la misma u otra persona.
Hay instancias en las que debemos tocar el hombro de otra persona y pedir ayuda, y posiblemente, muchos años después, encontremos que gran parte de nuestro éxito se ha debido a ese acto de arrojo y a ese contacto que siempre se ha mostrado dispuesto a tenderte una mano. Incluso cuando parezca que no hay forma de corresponder el favor recibido, recuerda que hacer contactos es parte de la naturaleza humana y que muchas personas no estarán esperando algo a cambio.
Comienza antes de necesitar algo
A todos nos gusta sentirnos valorados y reconocidos por los consejos brindados, y a ninguno nos cae bien ser usados por estar en una posición de privilegio o tener una lista de “contactos dorados”.
Habla con tus amigos y familiares, y en ese momento que alguien interesante aparezca en tus conversaciones, hazte el espacio para conocerlo, y trate de ver la forma en que puede colocarte en una mejor posición.
El punto de este ejercicio es establecer relaciones con tus contactos antes de estar en la urgencia de recibir su asistencia. Ser sociable e interesarse en lo que los demás hacen es un buen rasgo, aunque volverse un oportunista, decididamente, no lo es.
Hazlo en persona
Siempre es mejor iniciar una nueva relación con un encuentro cara a cara. El número de personas con el que hablamos diariamente nos indica la necesidad de hacer que esta interacción interpersonal sea especial.
Establece un tiempo para encontrarte con la persona y asegúrate de ser puntual. Lo peor que puedes hacer es no mostrar respeto por el tiempo de la otra parte.
Prepárate
Pregúntate: ¿qué quiero obtener de esta relación? ¿Se trata de conocer gente, de encontrar un punto de interés común, o de establecer a estar persona como amigo y confidente?
Decide cuál es el propósito de tu encuentro inicial y formula un plan en vistas al futuro, y conduce directo hacia ese objetivo. Consigue que la rueda de contactos siga rodando preguntando a esta persona si conoce a alguien que pudiera proveerte de asistencia extra.
Muestra tu agradecimiento
Muestra tu agradecimiento siendo respetuoso del tiempo de las otras personas. Para establecer a alguien como un contacto firme, necesitas tener una razón para volver a contactarlo, pero recuerda no abusar de su generosidad.
Un encuentro breve, con frecuencia, será mejor que uno prolongado, especialmente cuando la otra parte está cansada. Si abusas de su hospitalidad, es poco probable que vuelva a producirse un encuentro.
En consecuencia, procura mostrar tu agradecimiento siendo cuidadoso de no sobrepasarte con regalos lujosos. Una carta de agradecimiento, a menudo, será suficiente, ya que no es conveniente que te conviertas en un lame-botas.
Recuerda quién te presentó
Frecuentemente, nos entusiasmamos tanto con la idea de encontrarnos con un contacto que olvidamos agradecer a la persona que nos hizo de puente o intermediario.
A nadie le gusta ser pasado por alto, así que muestra tu apreciación y agradecimiento por quién te presentó en cada ocasión que te sea posible.
Mantener los contactos
Mantener una red de contactos suele ser más difícil que construirla. Mientras más grande sea ésta, mayor tiempo te tomará mantenerla en orden y funcionando.
A menudo, postergamos o aplazamos la realización esa llamada o la redacción de esa carta porque no se encuentra en nuestra lista de prioridades del día.
En consecuencia, en forma lenta pero segura, comenzará esta idea a desvanecerse en nuestras mentes porque tampoco forma parte de la lista de prioridades del día siguiente.
La mejor forma de mantener una red de contactos saludable es crear algunas reglas y guías sobre cómo quieres permanecer en contacto con un individuo.
Pon en tu lista de contactos recordatorios de fechas claves, tales como navidad, cumpleaños, u otros eventos importantes. A continuación, algunos consejos para mantener vigentes tus contactos:
- Haz uso de los recursos electrónicos
Los recordatorios son de gran ayuda. Programas como el Microsoft Outlook tienen herramientas prácticas para ayudarte a mantener tu lista de contactos. Ingresa cualquier fecha que quieras recordar como tareas anuales.
Y, si sueles cambiar de computadora o necesitas crear otra lista de contactos, los detalles pueden siempre ser exportados como un archivo que podrá leerse en computadoras que tengan el mismo programa.
Asimismo, existen softwares de administración de contactos más poderosos —como el ACT u otros programas— que pueden ser usados para proveer un equipo entero de personas con acceso a tus contactos y sus particulares.
- Cultiva la relación
En algunas ocasiones, podrías necesitar reunir algunos contactos. Invítalos a un lugar común y preséntalos como corresponde.
Después de todo, si te puedes beneficiar de conocer a estas personas, ellas podrían también beneficiarse al conocerse mutuamente.
Algunas personas prefieren tener pequeños encuentros —poco tumultuosos—, pero si el tiempo te apremia, un evento más concurrido tendrá que ser suficiente.
Estas reuniones o eventos podrían ser medios de retribuir o agradecer a quienes te han ayudado. Sin embargo, en el proceso de crecimiento de una relación, tendrás que ser cuidadoso sobre si crear una atmósfera demasiado personal o no.
Mientras que siempre es bueno tener más amigos, en un ambiente comercial, siempre hay algunas fronteras que no deben ser sobrepasadas.
- Organiza correspondencia regular
No hay una regla de oro que marque cuán a menudo deberías mantenerte en contacto con alguien, pero un mínimo de dos veces al año parece ser una medida razonable a la hora de fijar un parámetro.
Si limitas tu correspondencia a una vez al año, lo más posible será que la reserves para el período de las vacaciones o de las festividades, que es cuando la gente se ve más invadida por la correspondencia.
Por eso, siempre es recomendable, cuando menos, elegir otro momento del año para contactar y dar a la otra parte una llamada u hacer una visita.
Construyendo relaciones
La creación de una red de colaboradores supone tiempo y esfuerzo, pero también implica enormes beneficios.
Muchos ejecutivos pagan por ser miembros de clubes o asociaciones exclusivas, principalmente, por las ventajas que proporciona rodearse de personas exitosas.
Sin ser parte de uno de estas selectas cofradías, tú también puedes verte beneficiado de tu propia red de contactos, y sin mayores gastos que el de unas cuantas llamadas telefónicas y unas estampillas de correo.
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