A medida que envejecemos la cara muestra los efectos de la gravedad, la
exposición al Sol, los movimientos faciales tales como sonreír o fruncir el
entrecejo y la atrofia de los tejidos.
Los tejidos que están por debajo la
piel y la mantienen, comienzan a perder turgencia y elasticidad, produciendo pequeñas
arrugas como las patas de gallo o acentuación de líneas de expresión como las
líneas del entrecejo, arrugas en la frente, etc.
Rellenar estas arrugas puede devolver temporalmente el aspecto juvenil a una
cara.
Al inyectar diversos materiales “debajo” de una arruga, pliegue, surco o zona
deprimida, esta se levanta quedando la piel en una situación igual o próxima a
la que tenía años antes.
Este tipo de intervenciones pueden mejorar su aspecto y
su autoestima pero no necesariamente tienen que mejorar las relaciones que Ud.
tiene con los demás o conseguir su ideal de belleza.
Los rellenos faciales son procedimientos útiles para mejorar surcos faciales
profundos ( entre la nariz y la boca o entre la boca y la barbilla), arrugas
profundas (arrugas horizontales en la frente), arrugas superficiales (patas de
gallo) o mejillas hundidas.
También pueden mejorar el aspecto de unos labios
excesivamente finos. Normalmente no son muy útiles para rellenar las arrugas del
labio superior (arrugas del fumador).
Para pliegues o arrugas muy profundos es aconsejable combinar los efectos de un
relleno con los de un Lifting, un peeling u otros procedimientos (quirúrgicos o
no) de rejuvenecimiento facial.
Es muy importante que consulte cualquier duda que tenga y que siga todas las
indicaciones que se le den para conseguir el resultado más gratificante para Ud.
Existen multitud de materiales para relleno empleándose en la actualidad. Entre
ellos están: Colágeno, Artecoll®, Gore-Tex®, Ácido Hialurónico, Metacrill, Grasa
del propio paciente.
Nota:
El Ministerio de Salud prohibe el uso de aceite de Silicona como material de
relleno. Antes de someterse a un relleno exija conocer la composición y marca
del producto que se va a emplear.
El uso de estos materiales por Médicos cualificados normalmente reduce en gran
medida la aparición de efectos indeseados o verdaderas complicaciones.
Debido a
que existe una gran variabilidad en la forma de reaccionar de distintos
pacientes ante la misma sustancia, es muy difícil establecer cual será la
evolución final.
La reacción adversa más frecuente en los rellenos es la alérgica. Normalmente,
si el material lo requiere, se realizará, previamente a la infiltración, un test
de alergia. Si no existe reacción al test tampoco lo habrá posteriormente.
Actualmente sólo es necesario realizar test con el Colágeno, el resto de los
materiales no lo necesitan. La
infección es un posible efecto secundario muy
raro si se han tomado las medidas de desinfección y asepsia pertinentes.
Algunos
materiales pueden “apelotonarse” y dejar “grumos” bajo la piel si no se han dado
adecuadamente los masajes exigidos después de la infiltración.
Los resultados
que ofrecen estos tratamientos no son permanentes e irán desapareciendo
progresivamente con el paso del tiempo. Algunos duraran tres meses, otros seis y
algunos un año o más.
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realizar un relleno facial
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