Desafortunadamente, tu gato no puede venir a avisarte cuando se siente mal o se
encuentra enfermo, de modo que dependerá de ti saber reconocer (y entrenarte
para ello) su estado de bienestar.
Una buena manera de mantenerte al tanto de la
salud de tu gato es hacer un examen físico informal, como parte de la rutina
semanal de cuidado del animal.
Pelaje y
piel
El pelo
de tu gato no debe estar quebrado, debe ser parejo y suave al tacto. Su piel
debe estar limpia y libre de manchas, sarpullidos, y eczemas. Un gato saludable
se asea con regularidad y raramente tenga el
pelo enmarañado.
Para
examinar la piel y el pelaje de tu gato, abre el manto en
varios sitios distintos a lo largo de todo el cuerpo, incluyendo las
piernas, el cuello, el mentón y la cabeza.
Signos a
buscar:
· Pelo sin
brillo o piel seca
· Caída
excesiva de pelo (excepto en primavera)
· Bultos
·
hinchazones
·
Zonas calvas
· Heridas
abiertas
·
Infestación excesiva de parásitos
· Rascado o
mordeduras insistentes e intensas sobre la piel.
En
algunas zonas, las pulgas tienen la temperatura que necesitan para vivir todo el
año , esto permite que los animales tengan problemas en la piel, siendo el más frecuente la
dermatitis alérgica por pulgas.
El prurito o picazón es el signo clínico principal y puede manifestarse como
pequeñas mordidas, frotarse, darse vuelta o rascarse.
Estas manifestaciones
provocan lesiones secundarias al rascado que se traducen en inflamación, pelos
secos, pelos rotos, descamación de la piel, etc.
Las lesiones se asientan,
generalmente, en la base de la cola y la región dorso-lumbar ("espalda"), pero
también se manifiestan sobre la región de los muslos, la ingle y abdomen, aunque
con menor intensidad.
Asimismo, debes revisar los espacios entre los dedos de las patas del animal. Si
tu gato pasa tiempo al aire libre, las espinas, las piedras, la arena, y los
granos de sal usados para derretir la nieve pueden irritar fácilmente la zona
entre los dedos.
Peso
Los veterinarios estiman que el 30% o más de los gatos tienen sobrepeso. La
obesidad en los gatos tiene una gran incidencia en los problemas a nivel del
hígado, en las enfermedades cardíacas, y en patologías como diabetes,
pancreatitis y artritis.
Una de las maneras de determinar si tu gato necesita perder peso es practicando
el método de “puntaje de condición corporal” sobre el animal.
Si tu gato se encuentra en buena condición deberías ser capaz de contar cada una
de sus costillas al apoyar tus manos y presionar sobre la caja torácica.
Si
miras al gato desde arriba, debería haber una hendidura detrás de las costillas,
justo a la altura de la cintura. Si lo miras de costado, la panza deberá estar
pegada al cuerpo, y no arrastrarse por el piso.
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