Una tortuga en cautiverio necesita recibir sobre todo verduras, como lechuga,
tomates y zanahorias, y también aceptará flores, plantas, hojas, maíz y
arroz.
Otra
opción son las frutas, en especial maduras y dulces. Por ejemplo: uvas,
frutillas, bananas, cerezas, manzanas y peras.
Hay
quienes recomiendan que dentro de la dieta se incluya también salvado, para
favorecer la digestión, y que se limiten los alimentos grasos para no provocar
obesidad. Se suele sugerir enriquecer la dieta con proteínas: lombrices,
caracoles, carne picada, corazón e hígado.
El
plato debe ser bajo, para que no tenga que esforzar su frágil cuello, y es
importante darle el alimento en pedazos pequeños trozos, lo que le ayudará a
tragar sin problemas. Es esencial que la comida sea fresca, y por lo tanto hay
que eliminar los restos para no confundirse.
Durante
la temporada de la hibernación las tortugas comen mucho menos. Puede ocurrir
que no coman nada durante tres o cuatro semanas, y eso no es signo de enfermedad
sino que de se encuentran listas para el reposo invernal.
Aunque
las frutas y verduras proporcionan mucho líquido, igualmente necesitan tener
siempre cerca un bebedero con agua fresca, limpia y no muy fría.