El Carnaval de Cádiz

Cádiz ofrece mucho para pasarla bien, comenzando por su famoso carnaval


Fiestas y tradiciones de Cádiz

La historia del Carnaval de Cádiz se remonta
hasta el siglo XVII. Espectáculo multicolor que ve nacer hacia mitad del siglo
XIX las primeras agrupaciones o coros, chirigotas, cuartetos y comparsas que
cantan sus coplas por calles y plazas durante los días que dura el Carnaval.

Prohibido su ambiente profano en 1937, hacia 1950 nacen las Fiestas típicas
gaditanas que en 1977 volverían a convertirse en genuino carnaval, esplendoroso
y libre, que hace de la calle su escenario.


Lo que caracteriza al Carnaval gaditano son las agrupaciones musicales, coros,
chirigotas, cuartetos y comparsas que anualmente se reflejan en letras Ilenas de
gracia e ingenio que no dejan títere con cabeza, los acontecimientos mas
relevantes y cercanos de la ciudad y los no menos relevantes de la actualidad
nacional.

La protagonista del Carnaval es la calle: en el barrio de la Viña, hasta la
madrugada, pueden encontrarse agrupaciones o tipos con insólitos disfraces que
llenan de alegría, música y color la noche gaditana.

Comienza el Carnaval en viernes con el
pregón, en el que se elige a la Diosa del Carnaval, aunque ya se han venido
celebrando toda serie de actos festivos: concursos de
gastronomía, concurso
oficial de agrupaciones, la cabalgata para los mas pequeños.

Los coros ofrecen sus coplas desde las carrozas y la plaza del Mercado se
convierte en un hervidero de gente, sonidos disparatados y alegría contagiosa.

Cádiz abre sus puertas al visitante y Ie regala con una fiesta multicolor y un
trato cordial que gusta del contacto humano.

Gastronomía y artesanía gaditanos

La cocina gaditana esta influenciada sobre
todo por los vinos
que se producen en la provincia y por la amplia gama de
pescados propios del litoral gaditano: doradas, urtas, róbalos, acedías,
mojarras, entre otras muchas especies, así como por sus mariscos: gambas,
cigalas, bocas, cañaíllas y los celebres langostinos de Sanlucar de
Barrameda.

No hay que olvidar los quesos artesanales, chacinas y carnes en los pueblos de
la sierra. La repostería, riquísima, con clara influencia de los árabes y la
aportación de los conventos de las monjas.

Son deliciosos el tocino de cielo, los alfajores de Medina Sidonia, el turrón y
los churros de Cádiz, y los famosos pestiños, exquisitos dulces navideños
típicos en toda la provincia.

Restaurantes, bares, marisquerías, tabernas
y chiringuitos (bares junto a la playa) nos dan la oportunidad de probar esta
variada gastronomía y sus excelentes vinos: finos, amontillados, olorosos,
manzanillas, así como sus brandys criados en la provincia, y que dan un especial
carácter a esta tierra.

La
artesanía en Cádiz es rica y muy variada.
La primera industria de la marroquinería andaluza tiene su centro en Ubrique,
junto a sus vecinos de Prado del Rey y Villamartín.

También son famosos los telares de mantas y ponchos en Grazalema; los trabajos
en mimbre, caña o anea en Medina Sidonia, Setenil, Bornos y Vejer o los botos
camperos en Alcalá de los Gazules y Espera.

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