Es el tipo de alimentación que mantienen los habitantes del Mediterráneo. El aceite de oliva es el gran protagonista y también la variedad y cantidad de verduras que se utilizan para cocinar y que brindan salud y bienestar.
“Hay que tener en cuenta que este tipo de alimentación no es para adelgazar. El beneficio primordial es que ayuda a prevenir ciertas enfermedades e influyen positivamente en la salud para protegerla y mantenerla”, comenta el chef español Juan José Cava.
Un estudio científico ha demostrado que este tipo de alimentación ayuda a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, más incluso que aquellas dietas bajas en grasas.
722 pacientes con una edad media de 70 años, y que presentaban factores de riesgo cardiovascular fueron divididos en tres grupos, dos grupos alimentados a base de una dieta mediterránea y uno a base de alimentos pobres en grasas.
Los dos primeros grupos sometidos a la dieta mediterránea vieron cómo tres meses después de comenzar el tratamiento disminuyeron los niveles de colesterol malos de glucosa y presión arterial, mientras que el grupo restante se mantuvo igual o incluso aumentó los niveles.
Ventajas de la dieta mediterránea
– Rica en vegetales
– Pobre en grasas animales.
– Previene enfermedades coronarias
– Rica en fibra vegetal. Ayuda a prevenir la aparición de tumores intestinales.
– Contiene sustancias antioxidantes que retrasan el envejecimiento.
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