Matrimonio, ¿causa de obesidad?

¿El matrimonio engorda? Un nuevo estudio dirigido a la población con sobrepeso asegura que aquellos que están solos tienen menos chances de contraer la enfermedad...

La obesidad: ¿un mal de los casados?

Para cada mal, una investigación científica. Todo parece tener una explicación que se basa en una manera indirecta de hallar soluciones o de al menos entender sus causas.

Recientemente, se ha dado a conocer un informe que asegura que las personas solteras tienen menos riesgo de padecer obesidad. En Estados Unidos se ha organizado una conferencia en donde dos mil investigadores, médicos y nutricionistas han intervenido en el tema.

El estudio ha contado con la participación de ocho mil jóvenes norteamericanos que durante cinco años han sido explorados minuciosamente.

Según este trabajo se demostró que los hombres, a medida que pasa el tiempo pueden aumentar unos once kilos y las mujeres, siete, pero si se está casado el peso se acrecienta.

Los hombres logran atesorar casi catorce kilos y las mujeres, once. Quienes conviven sin casarse reúnen once y ocho kilos respectivamente.
Existen muchos factores para que el aumento de peso se evidencie y que puede estar emparentado con el matrimonio, las responsabilidades y sobre todo la crianza de niños.

El caso habitual es el de la mujer soltera acostumbrada a atenderse sólo a ella, que dispone de su tiempo para ir al gimnasio, practicar un deporte, comer adecuadamente y que luego se convierte en esposa y madre donde adquiere otras responsabilidades que anulan en la mayoría de los casos a la mujer anterior.

Esta sobrecarga y suma de roles hace que una mujer se desatienda, deje de practicar deporte, se alimente mal y viva una vida de más estrés y obligaciones que contribuyen al sobrepeso”, explica la Licenciada en Nutrición Karina Prado.

Obesidad en adultos casados

La idea que se desprende del estudio es el efecto contagio que existe ya que es habitual que si un miembro de la pareja engorda también lo hará el otro debido a que comparte hábitos.

Artículos divulgados que se asocian con este último aseguran que la obesidad es socialmente contagiosa no solamente dentro de la pareja sino que el frecuentar a amigos obesos eleva al sesenta por ciento el riesgo de presentar sobrepeso.

Estas noticias pueden resultar absurdas, curiosas y hasta divertidas para muchos, pero arrojan datos que son importantes para tener en cuenta en el trato de una enfermedad.

En más de una oportunidad hemos visto a una persona antes y después del casamiento y la hemos encontrado más gorda y no tiene que ver con que ha cambiado de condición social sino con que ha alterado su ritmo de vida y que no tendría por qué haberlo hecho”, señala la licenciada.

Más allá de lo difícil que es mantener un equilibrio cuando se cambia de estado civil, al menos hay que intentar que los cambios no transformen los buenos hábitos que se practicaban cuando se estaba soltero.

Se trata de trasladar lo de uno a la pareja, sin anularse o convertirse en la sombra de un recuerdo.

Para tener en cuenta en pareja:

 Si advierte que su esposo/a comienza a ganar peso comiencen ambos una dieta saludable.

 Ideárselas para disponer de tiempo y practicar actividades que se realizaban cuando eran solteros.

 Crear un buen hábito alimenticio desde el comienzo es una buena manera de burlar la enfermedad y fomentar el hábito en los hijos.

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