Debe constar de cuatro tiempos:
1 –
Fricción suave, como acariciando, durante cinco minutos, sobre
piel untada o entalcada.
2 –
Frotamiento medio, por cinco minutos.
3 –
Frotamiento profundo por otros cinco minutos.
4 –
Repetir fricción suave para finalizar, durante cinco minutos.
Otras
maniobras de masajes no deben realizarse cuando no se poseen conocimientos
específicos, ya que el efecto podría llegar a ser negativo, absolutamente
opuesto al buscado.
La
dirección de los masajes tiene que ser siempre de abajo hacia arriba y de
adentro hacia afuera. Esto es de capital importancia, y cada zona debe
trabajarse por partes no muy extensas.
Estas simples maniobras logran efectos profundos al restablecer la circulación y
relajar tensiones.
Finalizando el masaje se impone un
baño tibio, utilizando la misma técnica para
pasar el jabón. Es decir, que no sea un simple baño higiénico, sino un
complemento de la sesión realizada, que finaliza con un secado con toalla
áspera, también con el mismo sistema.
Lo ideal es un descanso posterior con las
piernas en alto durante treinta
minutos como mínimo. EI resultado final: menos cansancio y mejor silueta.
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hacerse automasajes
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