Vida, pasión y muerte en el mundo gay

El mundo gay en el país, está entrando en una suerte de pánico y terror ante los últimos acontecimientos suscitados, y que han tenido como víctimas a una mujer ligada al folklore, y un conocido estilista de personajes del mundo artístico...

Las citadas muertes producidas violentamente y con alevosía, nos muestran un panorama de deterioro al que ha llegado la dignidad humana, y el poco respeto a la vida de las personas, que, al margen de la opción sexual que ostenten, debe ser tomada con mucha reflexión, pues, se trata de actos criminales que merecen ser resueltos por las autoridades correspondientes.

Hasta hace pocos meses atrás, las pandillas del Callao y de la periferia capitalina, también fueron motivo de grandes titulares en los medios, lo que significó –en su momento-el repudio general por los hechos que cobraron vidas humanas de jóvenes que equivocando su camino, no merecieron dicha suerte.

Por otro lado,  la homofobia se viene constituyendo en una amenaza constante que ha desatado toda una psicosis en los integrantes del mundo gay, afectando, sin lugar a dudas, la tranquilidad y paz social que todos anhelamos para nuestro país.

Desde el punto de vista psicológico, como señalan algunos autores,  es inevitable mencionar aquí la idea a la moda de una pretendida igualdad entre los sexos, puesto que es inevitable enfatizar que en el comportamiento humano resulta impredecible poder aceptar tal o cual conducta rara en comparación a lo que creemos es normal.  

Una mujer que ostenta actitudes y rasgos de hombre, es ante todo un ser de feminidad carenciada, no una mujer que posee caracteres que mal pueden considerarse masculinos.  

Del mismo modo, un varón con actitudes y conductas de mujer no es un ser afeminado, sino más bien un varón escaso de rasgos masculinos. Esto lo señala el sexólogo Español Gregorio Marañón.

El autor también manifiesta de la misma manera, que la cultura muestra permanentemente al varón asumiendo ocupaciones históricamente femeninas, como la preparación de alimentos o la confección de prendas de vestir, y dándoles a su vez a estas actividades una tonalidad inevitablemente masculina, ya que todo su ser lo es, y  como es propia de su sexo la ilimitada diversidad de ocupaciones, resulta notorio que el hombre sí se enriquece cuando realiza tareas femeninas, y que en modo alguno esto lo feminiza.

De otro lado,  lo único que la mujer no puede hacer es ser masculina, con imposibilidad ontológica, no cultural, y del mismo modo la única actividad que le está vedada al varón –por serle imposible– es intentar la feminidad.

 

 

En el país, debemos tener en cuenta el crecimiento constante de la homosexualidad, la vida de los hombres gay  tiene -a grandes rasgos- las mismas características que la de los heterosexuales. La vida cotidiana es la misma al margen de la inclinación sexual. No obstante existe una serie de ideas preconcebidas sobre la homosexualidad.

Sin embargo la vida de los homosexuales se diferencia en varios aspectos de la vida de los heterosexuales, pero estas diferencias se deben en la mayoría de los casos al enfoque que le da la sociedad.

A veces las diferencias entre hombres gay y lesbianas también son claras. La verdad es que las diferencias entre homo- y heterosexuales son menores que las que existen entre hombres y mujeres, de ninguna manera son seres venidos de otro mundo, ni una suerte de “fenómenos” como en muchas ocasiones suele comentar la gente.

 Finalmente, los criterios descritos por diversos autores, -como señaláramos anteriormente-, nos lleva a enfatizar a que la mayoría nunca reflexiona sobre la posibilidad de que aquél o aquella con el que uno se topa pueda ser homosexual, lo cual en realidad significa que uno presupone que todos son heterosexuales.

Además tenemos –prejuiciosamente- una imagen muy clara del aspecto de los homosexuales: "Todos los marica son afeminados", lo cual no es cierto.

Esta es la concepción general pero la realidad no es esa, ya que la homosexualidad no se ve por fuera. Los hombres gay tienen el mismo aspecto y la misma conducta que el resto de la gente, nadie, por ende, se crea que es perfecto, pues, siempre habrá alguien del entorno que posee su opción sexual.