Cada vez que abres el diario te ves asaltado por noticias depresivas, angustiantes. Claro que puedes dejar de leer el diario para siempre, o puedes decidir por qué causa quieres luchar y comenzar a trabajar en ello.
A continuación, te mostramos cómo juntar fondos para una causa —ponemos, como ejemplo, la lucha contra la Enfermedad de Parkinson—.
Cómo comenzar la recaudación de fondos
Comienza con una meta monetaria realista. Asumiendo que eres nuevo en esto, estableceremos que nuestro objetivo es recaudar $2.000 y que tenemos dos meses para hacerlo.
En primer lugar, escribe una carta que usaras a modo de declaración o presentación —describes quién eres, cuál es tu causa, por qué es importante, con qué organizaciones estás asociado, tu pedido de donación, y para qué será usado el dinero donado—.
Mientras más directo seas mejor, pero deberás lograr un equilibrio entre ser conciso y ser lo suficientemente comprensivo como para que el donante no se quede con preguntas —inquietudes que podrían hacer que hagan a un lado tu carta y la pongan en la pila de “cuestiones para tratar más tarde”, porque efectivamente han perdido interés—. Piensa en este paso como una honesta carta de ventas.
Investigación
Construye una lista de contactos con personas, negocios, y programas de ayuda comunitaria que puedan servir a tus intensiones.
Encuentra las personas claves, que mantengan alguna conexión con la causa, como políticos locales o empresarios líderes.
La Enfermedad de Parkinson se divide en dos grandes grupos dependiendo de la edad de diagnóstico: por debajo de los 40 años es la conoce como Enfermedad de Parkinson de inicio joven.
Dado que aproximadamente el 10% de las personas son diagnosticadas antes de los 40, podría ser conveniente que te enfoques en grupos con miembros mayores, como son los clubes de leones, pero ten en cuenta también que las personas jóvenes tienden a ser más activas y, muchas veces, están más dispuestas a involucrarse y colaborar.
¿Dónde recurrir para recaudar fondos?
· Tus amigos y familiares
Contacta a cada persona que conozcas y hayas conocido en el pasado, personalizando una copia de tu carta de intención tanto como puedas. Podrías sorprenderte por las respuestas que recibas.
Envía una segunda carta, en caso de ser necesario, aproximadamente un mes después de haber enviado la primera.
Intenta, asimismo, utilizar las redes de contactos de tu familia y tus amigos más cercanos. Busca los teléfonos y las direcciones. Realiza visitas a cada contacto de ser necesario.
Finalmente, establece un blog que puedas usar para mantener informados a los donantes del progreso de la causa.
· Tu empleador
Cada empleador y cada empresa son un mundo diferente, pero lo primero que debes hacer siempre es aproximarte al departamento de recursos humanos.
Pregunta allí si la empresa tiene un programa de caridad o de donaciones. Si no, de todas maneras podrían poseer una fundación de beneficencia, a través de la cual efectúan donaciones a varias causas y, al mismo tiempo, obtienen beneficios impositivos.
· Negocios y empresas locales
A la hora de aproximarte a los negocios locales para solicitar dinero para tu causa, procura darles la oportunidad de colaborar en una variedad de compromisos financieros: no simplemente donaciones en dinero, sino también mercaderías y servicios (dado que para ellos puede resultar más conveniente esto último e igualmente les permite beneficiarse de las exenciones por caridad).
Por ejemplo, organiza un torneo de Guitar Heroe en un bar temático (de karaoke o deportivo), o un torneo de golf en el campo de tu ciudad.
En el evento, procura aprovechar la asistencia pare realizar una subasta silenciosa. Otros grupos o negocios pueden contribuir con artículos para la subasta en la forma de productos o servicios.
Seguramente, tu evento atraerá a personas con la Enfermedad de Parkinson y a otras personas que querrán aprender más sobre dicha patología.
Acércate a neurólogos locales que se especialicen en Parkinson e intenta hacerlos participar de tu evento, en una suerte de conferencia informativa o rueda de preguntas. Idealmente, los doctores jóvenes estarán más predispuestos a sumarse a tu obra de caridad.