Trucos para bajar
la panza
Ejercicios
básicos
Contracción
Una forma muy simple de trabajar la sección media del cuerpo,
abdominal, es contraer los músculos de la zona. Esto genera
una mayor utilización de energía y un mayor trabajo
físico de los músculos.
Lo debemos hacer cuando
estamos trabajando en nuestra rutina de ejercicios cardiovasculares.
O sea, durante nuestro trabajo aeróbico, contraemos los
músculos del abdomen (los ponemos “duros”)
durante los últimos minutos de cada parte de la rutina.
Esto lo podemos hacer mientras caminamos, corremos, subimos una
escalera o cualquiera sea la rutina.
La contracción
debe durar unos treinta segundos, y luego un periodo de relajación
de quince. Lo podremos repetir unas tres o cuatro veces durante
los últimos tres o cuatro minutos de la rutina. Luego pasamos
al siguiente ejercicio que debamos hacer, y repetimos las contracciones
al final.
Puede parecer que no
estamos trabajando demasiado, pero al otro día sentiremos
la diferencia y con el paso del tiempo será realmente de
mucha ayuda para endurecer el estomago.
Levantando peso
En realidad, el levantar
pesos o hacer aparatos no ayudará a bajar la panza, por
no ser ejercicios pensados para este tipo de trabajo.
Pero, siguiendo la lógica anterior, podemos trabajar los
músculos abdominales realizando las contracciones como
se indicó. Sólo hay que prestar atención
y recordar contraer y relajar en los momentos adecuados.
Como beneficio adicional,
las contracciones de los músculos abdominales nos ayudarán
a mantener una postura correcta durante la realización
de los ejercicios.
En tensión
Lo esencial con estos
ejercicios, como con casi todos, es hacerlos correctamente. Si
los hacemos mal, lamentablemente, no servirán de nada y
sólo lograremos dolores y problemas físicos.
Para hacer los abdominales
correctamente, es importante mantener la tensión de los
músculos durante todo el tiempo de ejercitación,
evitando el frecuente error de relajar los músculos al
final de una serie de ejercicios abdominales.
Es imprescindible mantener
la tensión todo el tiempo que dura el ejercicio, pues de
otra forma, estamos ganando aire, pero perdiendo forma y trabajo
real.
Alimentación
Condimentos
La otra parte importante
en este combate contra la panza es la alimentación. Un
gran enemigo de una buena alimentación son los condimentos,
los aceites, las grasas en general.
La mayonesa, las cremas, las salsas con aceite cocido y la manteca
están prohibidas en cualquier dieta para combatir el exceso
de grasa corporal.
Pero hay algunos condimentos
que los pueden reemplazar y que mantienen nuestras comidas un
poco más interesantes.
-Mostaza
-Ketchup
-Salsa de soja
-Salsas caseras, con un poco de aceite crudo
-Salsa picante
-Salsa de tomate natural
-Margarina
Estos, igualmente, son
sólo algunos ejemplos. Lo importante es ver las características
del alimento que vamos a consumir y elegir en base a esto, para
mantener una dieta baja en calorías y grasas.
Suplementos dietarios
y píldoras para adelgazar
Los suplementos dietarios
y las píldoras para adelgazar no son imprescindibles, y
deben ser tomadas con mucho cuidado, de una forma controlada,
preferiblemente por un médico con experiencia en el tema.
Es cierto que pueden
colaborar con nuestros intentos de estar más flacos, pero
también es cierto que, consumidos de forma indiscriminada
y sin los recaudos necesarios, pueden causar problemas físicos
y de alimentación (por ejemplo, náuseas, mareos,
presión arterial alta, insomnio, escalofríos y diarrea).
Muchas de estas píldoras
están compuestas de estimulantes menores. Por lo tanto
las podemos tomar en días en que nos sintamos un poco débiles
o faltos de ganas para realizar nuestras actividades, ya que nos
darán un poco de esa energía extra que podemos necesitar.
El otro mecanismo al
que apuntan es a aumentar nuestro metabolismo, haciéndonos
quemar mayor cantidad de grasas de lo habitual. Sin embargo, jugar
con nuestro metabolismo suele no ser una buena idea si no sabemos
lo que estamos haciendo. Así que las píldoras y
los suplementos dietarios deben ser tan sólo un últimos
recurso, y siempre muy controlado.
Pero todo esto no es
nada, no tiene ningún valor y no nos va ayudar en nada
si no mantenemos en nuestra cabeza una palabra clave:
Disciplina
Si, debemos ser disciplinados
en nuestros hábitos alimentarios y en nuestros ejercicios,
ser más fuertes que nosotros mismos para cumplir con todas
las recomendaciones y hacer todo lo mejor posible. No sólo
lo mejor posible, sino hacerlo bien.
Debemos alejarnos de
los alimentos con alto contenido de grasas.
Y tener en cuenta que durante la noche el metabolismo reduce su
funcionamiento, por lo que los alimentos con alto contenido graso
que consumamos durante el final del día serán más
perjudiciales para el logro de nuestro objetivo que aquellos que
consumamos temprano en la mañana.
Dormir con el estomago
muy lleno es terrible, ya que toda esa comida se almacena rápidamente
en los depósitos de grasa del cuerpo.
La disciplina en la dieta,
combinada con la ejercitación regular y bien realizada
es la clave para ganar este combate.
Disciplina no es lo mismo que matarse de hambre. Es más
importante comer bien y en los momentos adecuados que comer poco
y mal.
Siempre hay que mantener
el organismo funcionando, por lo que hay que consumir alimentos,
no saltearse comidas alegremente con la presunción de que
eso nos ayuda a bajar de peso.
Así que, mantengamos
una dieta seria y bien llevada, y el combate estará medio
ganado.
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