Guía
del Masaje Yoni
La
búsqueda
En el masaje que estamos
proponiendo, la liberación debe ser total y las presiones
no existir. La búsqueda en el masaje Yoni no es el orgasmo,
efecto totalmente aceptable y deseable, pero no ultimo para el éxito
de nuestros esfuerzos. En realidad, lo único que se busca
con esta técnica es poder dar placer y el masaje en sí
mismo.
Por esto es que ambas partes
pueden relajarse, dejando de lado las presiones que pueden significar
la necesidad de alcanzar el clímax sexual. Pero, como decíamos,
no es que el orgasmo sea algo a despreciar durante el masaje. Mas
bien es un plus que se agrega. Además, el orgasmo durante
un masaje Yoni suele ser más satisfactorio, completo, intenso
y placentero, una experiencia maravillosa nada censurable.
Por otro lado, aquel que
esta dando el masaje no debería esperar nada como retribución,
mas allá del placer propio de estar dando y compartiendo
el momento con la persona amada. La actividad sexual más
genital puede venir a continuación del masaje, pero esto
debe ser una elección de la persona que recibe el masaje,
no una imposición o una devolución de “favores”.
El masaje debe realizarse por el placer que se consigue del acto
en sí mismo, no como una forma de asegurarse otra actividad
sexual.
Esta perspectiva abre la
mente a un nuevo tipo de sexualidad, además de crear, como
se ha dicho anteriormente, un nuevo nivel de confianza e intimidad
en la pareja.
Preparación
Debemos preparar la situación
para el masaje, lograr que el ambiente sea el indicado, mediante
la utilización de todos los sentidos. Para esto, debemos
preparar el cuarto donde realizaremos el masaje.
Este debe ser un espacio
tranquilo, con música suave, velas, almohadones, luz tenue,
etc. En definitiva, un sitio que nos permita sentirnos cómodos
y seguros, relajados y en contacto con nosotros mismos. Además,
bañarse antes de la realización del masaje es algo
recomendable, ya que es una primera relajación, tanto para
el que dará el masaje como para quien lo recibirá.
El proceso lleva su tiempo
y este tiempo debe ser respetado. No se puede apurar el masaje,
sino que se le debe dar todo el tiempo necesario para que sus efectos
sean todo lo poderosos que deseamos.
Por supuesto, debemos eliminar
toda posibilidad de interrupción (llamados telefónicos,
gente que pueda tocar la puerta, etc), especialmente las necesidades
fisiológicas, ya que, en realidad, se obtienen mejores resultados
si realizamos el masaje con la vejiga y los riñones vacíos.
Debemos conectarnos con
nuestra pareja, mediante el contacto físico, abrazándonos,
sosteniéndonos, acariciándonos, mirándonos
a los ojos o cualquier forma que consideremos la más correcta
en nuestra relación para llegar al lugar cálido y
seguro del que hablábamos anteriormente.
Vale la pena remarcarlo
una vez mas: debemos estar, los dos, tan relajados como sea posible.
La posición
La mujer debe recostarse
sobre su espalda, en una posición confortable, sobre una
cama o en el suelo, sobre una colchoneta, con una almohada bajo
su cabeza, en posición tal que pueda mirar hacia la zona
de sus genitales y, a la vez, a su compañero.
Otra almohada debe ir bajo
su cintura, preferentemente cubierta con una toalla o algo por el
estilo. Las piernas deben estar abiertas, ligeramente doblados las
rodillas, exponiendo sus genitales tanto como es posible. Por supuesto,
cuantas más almohadas podamos usar para hacer la posición
lo mas cómoda posible, mejor.
El dador debe sentarse
entre las piernas de su pareja, también en una posición
cómoda, con las piernas cruzadas, y también sobre
un almohadón o almohada, o como se encuentre más cómodo.
Lo importante es que la
posición en que se encuentre el dador sea una en que pueda
tener completo accesos al Yoni, así también como a
las otras partes del cuerpo de su compañera.
Respiración
Antes de comenzar, ambas
partes del masaje, el dador y el receptor, deben respirar profundamente,
una respiración relajante y que los prepara para la tarea
a realizar.
Importante: Durante todo
el proceso del masaje, tanto el dador como el receptor deben recordar
mantener una respiración profunda, lenta y con una relajación
absoluta.
El dador debe recordar
esto especialmente, y hacérselo recordar a la receptora,
en caso de que esta deje en algún momento de respirar correctamente
o deja de hacerlo totalmente. La respiración profunda es
muy importante, así como también lo es evitar la hiperventilación.
El masaje
Bien, finalmente esta todo
listo y en orden, y podemos comenzar a dar placer a través
del masaje.
Para empezar, masajeamos
las piernas, el abdomen, los muslos y los pechos de nuestra pareja,
en forma gentil y muy suavemente, creando mediante el toque suave
un preludio relajante al momento en que entraremos en contacto con
el Yoni propiamente dicho.
Ahora necesitaremos un
aceite de alta calidad o un lubricante, del cual colocaremos una
pequeña cantidad en el montículo del Yoni. La cantidad
debe ser precisa, no demasiado ni muy poco, lo justo para que se
derrame sobre el labio exterior y cubra la totalidad de la parte
externa de la vagina. Lubricantes de alta calidad pueden encontrarse
en el mercado, especialmente fabricados para este tipo de actividad.
Pueden conseguirse en sex-shops, revistas especializadas, por Internet,
negocios de ropa erótica, etc.
Importante: Nunca
mezclar productos que tengan como base el aceite con látex
Comenzamos masajeando suavemente
el montículo del Yoni, así también como los
labios externos. Con mucha suavidad, teniendo en cuenta que es una
zona especialmente sensible del cuerpo de la mujer, tomamos el labio
exterior entre nuestro pulgar y nuestro índice, apretando
apenas, con mucha delicadeza, y recorriendo todo su largo en forma
ascendente y descendente, a lo largo de los dos labios. Sin apurarse.
Luego hacemos lo mismo
con los labios interiores, en la misma forma, y aun con mas suavidad.
Atención:
Es importante, como se pueden imaginar, no apurarse, sino tomarnos
el tiempo necesario. Debemos relajarnos y disfrutar el masaje, de
otra forma no tiene sentido lo que estamos haciendo. Dar el masaje
debe ser un placer tanto para la mujer como para el hombre.
La persona que esta recibiendo
el masaje puede simplemente relajarse y dejarse fluir, o puede tener
un papel mas activo, masajeándose a sí misma los pechos.
Siempre debe recordar mantener la respiración profunda y
continua, sin interrumpirla en ningún momento, siempre relajada
y relajante.
Para aumentar las sensaciones
y el vinculo que se crea entre dador y receptor, estos deben mirarse
a los ojos tanto como sea posible, manteniendo la relación
tan activa como sea posible.
La receptora puede, por
supuesto, comentar al dador las sensaciones que percibe y como el
masaje la esta afectando, diciéndole si la presión,
velocidad, suavidad, profundidad, etc, son las correctas o como
hay que modificar, aumentar o disminuir cada variable.
Importante: Por
mas que se pueda hablar, deberíamos mantener la conversación
al mínimo, simplemente tocando los temas referidos a las
sensaciones placenteras que provienen del masaje en sí mismo.
El foco debe permanecer en él, ya que de perderlo, también
se pierde el foco de las sensaciones y el efecto del masaje disminuye
considerablemente.
Luego de terminar con los
labios, pasamos a masajear el clítoris, con movimientos suaves
y controlados, tanto en el sentido de las agujas del reloj como
en el opuesto, dando pequeños golpecitos de vez en cuando.
Tomamos el clítoris suavemente entre nuestros dedos y lo
presionamos suavemente. Esto, sin dudas, excitara a la receptora,
pero debemos recordarle que se mantenga relajada y respirando regularmente.
Con muchas suavidad, introducimos
nuestro dedo medio de la mano derecha dentro del Yoni. Con mucha
delicadeza, exploramos, masajeando suavemente, el interior de la
vagina. Nos tomamos nuestro tiempo, lo hacemos con calma, no hay
porque apurarse ni aumentar la velocidad enloquecidamente. Hay que
ir variando la velocidad, la fuerza, la forma y la presión
de los movimientos que vamos realizando.
Recordar siempre que lo
que estamos haciendo es un masaje, y que la idea principal es nutrir
y relajar el Yoni.
Importante: debemos
usar la mano derecha, no la izquierda. Recordar esto, ya que se
relaciona directamente con la polaridad en el Tantra y es de suma
importancia para el buen resultado final.
Giramos nuestra mano, haciendo
que la palma quede mirando hacia arriba, siempre con el dedo medio
dentro del Yoni. Entonces movemos nuestro dedo medio, como si estuviésemos
pidiendo a alguien que se nos acerque, llevándolo desde la
posición extendida hacia la palma de nuestra mano, doblándolo
lentamente y sin hacer excesiva fuerza. Este movimiento nos debería
permitir ubicar una zona de tejido esponjoso que se encuentra justo
debajo del hueso pélvico y detrás del clítoris.
Este es el famoso punto
G, conocido en el tantra como punto sagrado. Sobre el tema se han
escrito muchos libros muy buenos y que nos pueden dar mucha información
confiable al respecto.
En este momento, nuestra
pareja puede sentir placer, dolor, ganas de orinar, etc. Debemos,
nuevamente, ir probando y cambiando el tipo de movimiento que realizamos
con nuestros dedos, así también como la velocidad,
la presión y el patrón. Podemos hacerlo en círculos,
de adelante hacia atrás o de un lado hacia el otro.
También podemos
insertar el dedo que se encuentra al lado del medio, pero siempre
con el consentimiento de nuestra pareja, para todo lo que hagamos.
En general, esto no debería ser un problema y la estimulación
de dos dedos sólo debería ser un mayor nivel de placer
y excitación para la mujer.
Como siempre, nos tomamos
nuestro tiempo, sin apurarnos y realizando todos los movimientos
con suavidad y mucho cuidado, de la forma lo más gentil posible,
o aun más.
Podemos seguir estimulando
el clítoris con el dedo pulgar de la mano derecha mientras
hacemos esto.
Otra posibilidad, que también
deberemos consultar con la persona que esta recibiendo el masaje,
es introducir el dedo chiquito de la mano derecha en su ano, mientras
seguimos con el masaje como se ha indicado. Si lo desea, podemos
hacerlo, pero debemos tener claro que no deberemos introducir luego
este dedo en su vagina, no después de haber pasado por el
ano. Además, debemos usar lubricantes y ser aun más
gentiles que antes.
Mientras que realizamos
todo esto con la mano derecha, podemos utilizar nuestra mano izquierda
para masajear sus pechos, caderas, muslos o clítoris. Si
decidimos hacer esto ultimo, lo mejor es apoyar nuestra mano en
el monte, masajeando esta zona con la palma, y estimular el clítoris
solo con nuestro pulgar, con movimientos ascendentes y descendentes,
suaves.
Esta estimulación
dual es sin lugar a dudas la que causara mas placer a la receptora.
Atención:
No es recomendable usar la mano libre para estimularnos nosotros
mismos a la vez que la estimulamos a ella, ya que, sin lugar a dudas,
perderemos el foco de lo que estamos haciendo con nuestra pareja.
Además, recordemos que la idea de este masaje era darle placer
y un lugar propio a ella, no para nosotros mismos. Gran parte de
los beneficios de este tipo de masajes provienen de la atención
que ella recibe.
Continuamos con el masaje,
probando diferentes estilos, movimientos, velocidades y presiones.
Sigan mirándose a los ojos tanto como sea posible, manteniendo
el vinculo activo. Respiren correctamente todo el tiempo, siempre
relajados y con profundidad. Sean gentiles. Muchas mujeres han sufrido
de compañeros sexuales totalmente egoístas y la atención
brindada puede ser un poderoso bálsamo. Fuertes emocione
pueden desatarse durante el procedimiento del masaje. El valor para
ella de esto puede ser incalculable.
El final
Lo cierto es que el orgasmo
puede ocurrir durante el masaje. Es mas, varios orgasmos pueden
ocurrir, cada uno mas fuerte que el anterior, en lo que en Tantra
se conoce como “tomar la ola”.
Atención:
Muchas mujeres pueden aprender a ser multiorgasmicas mediante el
masaje Yoni, si tienen la suerte de tener un compañero dedicado
y paciente, que les dé toda la atención que necesitan
y merecen.
Si esto sucede, debemos
lograr que nuestra compañera siga respirando con regularidad,
sin perder el foco en ningún momento.
Seguimos masajeando hasta
que ella nos pide que nos detengamos. Una vez que hemos parado,
con mucha suavidad y delicadeza, retiramos nuestras manos de dentro
del Yoni. Todo lo hacemos con mucho respeto y tratando de no molestarla
de ninguna forma.
La dejamos reposar en el
sitio, tranquila, simplemente disfrutando de lo que ha dejado el
masaje Yoni detrás de sí. también podemos abrazarla
y simplemente quedarnos allí juntos.
Si logramos dominar el
masaje Yoni y otras técnicas Tantra, lo cierto es que nuestra
vida sexual se vera inmensamente enriquecida, además de que
aprenderemos muchísimo sobre la sexualidad femenina, y esto
se trasladará a nuestra vida como pareja en general.
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