Numerología
como ayuda en los negocios
Los ciclos
Ahora hagamos un
pequeño repaso a los ciclos, cuales son sus características
y como es que nos afectan en lo laboral.
Lo primero que debemos decir es que,
en realidad, no hay demasiadas diferencias entre el ciclo de nuestro
negocio y el ciclo de nuestra vida, ni en la forma de calcularlo
ni en la forma de utilizarlo.
Por supuesto, este no será el
mismo que nuestro ciclo de vida, ya que podemos decir que lo que
calculamos son los ciclos personales de la “vida” del
negocio. Pero la forma de actuar sobre la realidad y la forma de
entenderlos es la misma.
Los ciclos de los que estamos hablando
son nueve. Cuando uno nace, comienza el primero de los nueve ciclos,
los cuales son anuales (o sea que cada año tiene una característica
de ciclo particular, una energía que se aplica a determinadas
áreas por sobre otras y que es propia del ese ciclo). Cada
año es un ciclo y luego de nueve se vuelven a repetir.
Cada año tiene una particular
resonancia en su energía, lo cual hace que sea especialmente
apto para determinado tipo de actividades.
O sea que, un año en particular
puede ser desastroso para los negocios, con una energía totalmente
opuesta que hace que cualquier intento de iniciar un emprendimiento
en ese ciclo este destinado al fracaso; mientras que ese mismo emprendimiento
en el año siguiente puede ser un gran éxito, gracias
a que la energía de ese periodo en particular es positiva
para los negocios.
El progreso se hace a través
de los nueve años, y luego se vuelve al comienzo, al año
uno y los cambios en los tipos de energía (cada una identificada
con un número correspondiente al momento dentro del ciclo
de uno a nueve) y en la forma en que afectan nuestras actividades.
Por lo tanto, es lógico darnos
cuenta que el conocer estos ciclos personales nos permite solo comenzar
o, al menos, darle mayor empuje a aquellas actividades que se ven
favorecidas por el tipo de energía predominante durante ese
año.
Los años “personales”
son establecidos por la fecha de nacimiento, como ya habíamos
comentado antes.
Calculando el ciclo de negocios
Como podemos entender a partir de lo
que estamos diciendo, no es demasiado complicado ser capaces de
determinar el ciclo de nuestros negocios.
Es simplemente una cuestión matemática
y que de lo único que necesita es de el conocimiento de la
fecha de nacimiento de nuestro negocio. Como hacerlo es algo que
veremos un poco más adelante, así también como
cuales son las dificultades que surgen para poder determinar el
nacimiento.
A partir de la fecha de comienzo de
las actividades de nuestro negocio es que calculamos como se irán
desarrollando los ciclos. Y en base a esto calcularemos cuales de
estos ciclos coincidirán con el momento en que tomemos las
decisiones que tomemos.
Lo que es una buena idea es hacer una
aplicación inversa (por llamarla de alguna forma) de los
principios de la numerología. A lo que nos referimos es que,
a diferencia del nacimiento de una persona (que no puede ser previsto
ni establecido en una fecha determinada, no de forma natural, al
menos), el “nacimiento” de un negocio puede ser fácilmente
forzado en un ciclo que nos convenga.
Es simplemente cuestión de saber
que día nos conviene como comienzo de actividades y ese día
hacer los tramites pertinentes para que la fundación de nuestra
empresa tenga desde los ciclos los mejores augurios posibles. Esta
simple preparación nos puede hacer la vida mucho más
simple y con menos trabajo conseguiremos mayores beneficios.
Lograr que la fecha de fundación
de nuestra empresa sea una que hayamos pensado de antemano puede
generarnos algunos problemas y un poco más de trabajo, pero
a la larga nos convendrá.
Cómo determinar la fecha de
nacimiento
Por supuesto, nos referimos a la fecha
de nacimiento de la empresa, ya que la de un ser humano no necesita
ser determinada, es algo bastante claro. La complicación
de determinar el nacimiento de la empresa es especialmente marcada
en aquellas empresas que podríamos denominar caseras, en
las que no hay un papeleo fechado que nos diga exactamente cuando
comenzaron las actividades.
Si nosotros estamos empezando una empresa
en nuestro hogar, ¿cuál es el inicio de actividades?
¿El momento en que se nos ocurrió que es lo que íbamos
a hacer, en que campo de actividades nos íbamos a desempeñar?
¿Cuándo hicimos la primer venta? ¿El momento
en que terminamos de equiparnos con todo lo que necesitamos? ¿Cuándo
por primera vez se nos ocurrió que podíamos tener
un negocio en nuestra propia casa? ¿Cuál de todas
estas posibilidades? ¿O alguna otra?
Como podemos apreciar, en este caso
se vuelve más complicado encontrar una fecha correcta. Y
utilizar una incorrecta arruina todo el proceso. ¿Cómo
determinar la fecha correcta?
En realidad, cuando la empresa es fuera
de nuestra casa y tiene hecho todo el papeleo necesario, la fecha
se determina fácilmente. Es aquélla fecha en que se
aprueba su creación de forma legal, cuando todos los papeles
ya están listos y todo esta a punto, en que se puede comenzar
las actividades (más allá de que luego tardemos más
en comenzarlas por causa de falta materiales o de personal o por
cualquier otra causa). Así que no hay grandes dudas en este
lugar.
Pero la empresa hogareña nos
hace todo más difícil. ¿Cuánto tiempo
pasó desde que pensamos en empezar el negocio y hasta el
momento en que empezamos a trabajar seriamente? El periodo de planeamiento,
de buscar consejos y ganar experiencia, ¿cuenta como parte
de las actividades? No es una respuesta fácil y sin riesgo
de error. Pero hay una solución.
Lo que debemos hacer es tomar como fecha
de inicio de las actividades, como fecha de “nacimiento”
de la empresa, algún hecho significativo para el discurrir
de nuestro negocio. Esta fecha debe ser una realmente importante,
pero determinada por nosotros mismos. No hay una regla que nos diga
cual es la fecha significativa que debemos utilizar.
Podemos elegir la fecha en que finalmente
obtuvimos todo el dinero que necesitábamos para ponernos
en movimiento, el momento en que nos decidimos y realmente empezamos
a trabajar en búsqueda de lograr que el negocio funcionase
o la fecha en que realizamos nuestra primera venta o publicamos
nuestro primer aviso. Todo sirve, todo puede funcionar.
De allí en más, siempre
utilizaremos esta fecha como nuestra fecha de fundación y
no tendremos que cambiarla nunca más. Y ya no habrá
forma de cambiar nuestros ciclos, salvo que empecemos un negocio
totalmente distinto, desde cero y con todas fechas nuevas.
Efectos
La elección de un ciclo puede
ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Esto es así
y hay que tenerlo en cuenta cuando ponemos en actividad nuestro
negocio.
El ciclo de negocios debe ser compatible
con nuestro ciclo personal, sino será muy difícil
compatibilizar los dos y muy prontamente nos sentiremos molestos
con el negocio, hasta poder llegar al punto de odiarlo y colaborar
de forma activa (si bien no consciente) con su destrucción.
Comenzar un negocio cerca de un periodo
de energía alta para los negocios y de cima financiera, es
la mejor forma de hacerlo.
Determinando el año personal
Esto es muy simple de hacer. Simplemente
tomamos el año de nacimiento y aplicamos la siguiente formula:
Día + mes + total de los dígitos
del año corriente = la simplificación de todos los
dígitos que nos dé la operación, hasta llegar
a uno solo.
Veamos un par de ejemplos:
Ejemplo 1: 23/10/2003
23 + 10 + (2+0+0+3)=
23 + 10 + 5= 38=> 3+8= 11 => 1+1=2
Por lo tanto, para una persona nacida
el veintitrés de Octubre, el año 2003 es siempre su
año 2 del ciclo.
Ejemplo 2: 3/12/1998
3 + 12 + (1+9+9+8) =
3 + 12 + 27 = 42 => 4+2 = 6
Por lo tanto, para una persona nacida
el tres de Diciembre, el años 1998 fue el año número
seis del ciclo.
El año personal no esta afectado
por el año de nacimiento, sino por la fecha, por lo tanto
todas las personas nacidas el mismo día tienen el mismo ciclo
personal.
Para deducir el ciclo del negocio, solo
necesitamos hacer el mismo procedimiento matemático que acabamos
de mostrar.
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