Técnicas
tántricas contra la eyaculación precoz
Paso 1
Las dos partes de la pareja deben sentarse en una posición
confortable, en un cuarto que les resulte cómodo y donde
se sientan a gusto.
Paso 2
Empezamos con lo que podríamos denominar las preliminares,
que no pasan de ser el conversar, relajarse, respirar correctamente
y todo lo que habitualmente se hace y que colabora a que se forme
una mayor corriente comunicativa con nuestra pareja.
Luego le pedimos que nos haga un masaje de todo el cuerpo, y luego
que se dedique a masajear nuestro miembro viril y nuestros testículos,
de forma suave y con lentitud, calmadamente. La forma en que el
masaje se haga, así como la utilización o no de lubricantes,
así como de otros implementos que puedan ser adecuados para
la situación, pasa pura y exclusivamente por nosotros, por
como nos sintamos y por que tan sensitivos o insensitivos seamos
al masaje que se nos esta dando y las zonas que se están
tocando.
También es importante relacionar el masaje con nuestro nivel
de maestría en los ejercicios anteriores y en el control
que tengamos, para evitar que el nivel de excitación pueda
ser excesivamente alto desde este segundo paso (lo cual seria, realmente,
un graaaaan fracaso).
Paso
3
Mientras recibimos el placer que se nos esta dando con el másaje,
debemos asegurarnos de mantener la respiración”sexual”,
siempre lentamente y desde la panza, relajados y calmados, moviendo
los muslos en forma oscilante, ondulando nuestro cuerpo, apretando
nuestros músculos sexuales y aumentando al energía
sexual de nuestro cuerpo todo lo posible, llevándola a los
mayores niveles de los que seamos capaces.
Deberíamos, tan solo para estar seguros de que no nos vamos
a perder en ningún momento ni a arruinar todo el ejercicio,
pedirle a nuestra compañera que, si en algún momento
siente que dejamos de respirar correctamente o se da cuenta de que
no estamos realizando los movimientos adecuados, nos lo haga saber,
para ponernos en movimiento de nuevo.
Paso 4
Cuando alcanzamos un nivel medio de
excitación, en vez de parar con la estimulación (como
ya se ha sugerido en otros ejercicios) lo que debemos hacer es pedirle
a nuestra compañera que empiece a bajar el ritmo, sin detenerse
totalmente, pero pasando a una velocidad menor en su masaje. No
mucho menor, pero si que se note la baja del ritmo y que no siga
aumentando nuestra excitación en una forma que nos acerque
demasiado a la “cima”.
Cuando nuestra pareja baja el ritmo, abrimos nuestros ojos ampliamente
(que teníamos cerrados hasta este momento) y cambiamos la
respiración, inhalando aun más profundamente con nuestra
panza, pero esta vez a través de la nariz, no de la boca
como estábamos haciendo hasta ahora. Mantenemos nuestro aliento,
la respiración, el aire dentro nuestro.
Paso 5
Nos relajamos totalmente a medida que vamos exhalando el aire que
habíamos mantenido en nuestra panza, dejándolo salir
lentamente a través de la boca, mientras visualizamos el
fuego sexual formando una corriente que sale de dentro nuestro y
sintiendo el placer (y gimiendo de acuerdo a esto) a medida que
dejamos salir la energía.
Paso 6
Inhalamos nuevamente a través de nuestra nariz, nuevamente
con lentitud y en forma profunda.
Mientras lo hacemos, visualizamos nuestra energía de placer
moviéndose lentamente hacia arriba, subiendo desde nuestra
pelvis y hacia nuestro corazón y aun más arriba.
Debemos utilizar meneos de nuestra cadera, pequeños golpes
hacia arriba con nuestra cadera y movimientos como si estuviésemos
bombeando con nuestra pelvis, para empujar la energía en
la dirección que deseamos, utilizando los músculos
de nuestra pelvis para impulsarla.
Paso 7
Es momento de hacer una pequeña prueba para ver como esta
avanzando el ejercicio. Y la hacemos simplemente contestando a una
pregunta: ¿podemos sentir como la excitación se reduce,
como bajan sus niveles, cuando, simplemente, reducimos la velocidad
con que respiramos o modificamos el tiempo que contenemos el aliento?
Si es así, estamos en el buen camino. Ahora debemos jugar
con esta nueva posibilidad tanto como podamos, para acomodarnos
a esta habilidad, entenderla, volvernos capaces de controlar y usarla
a nuestro libre albedrío, de la forma y en el momento que
deseemos.
Probamos cuánto podemos mantenernos
cerca de la “cima”, mientras ajustamos nuestra respiración
a diferentes velocidades, intensidades y cantidades de aire absorbidas.
Seguimos probando tanto como sea posible. Debemos ser capaces de
conseguir un control casi total, y experimentar todo lo posible.
Cuanto más lo hagamos, más resultados conseguiremos.
Usamos técnicas para interrumpir la eyaculación, de
ser necesario, si estamos muy cerca de sobrepasar la “cima”.
Todo el tiempo guiamos a nuestra pareja, para que realice los movimientos
adecuados, deteniéndose en el momento en que necesitamos
que se detenga y comenzando nuevamente en el momento en que estemos
listos para comenzar nuevamente con la estimulación.
Durante todo este paso, ajustamos sutilmente aquello que necesite
ser ajustado, prestamos atención, para conocernos un poco
mejor y saber cuando y como detenernos o empezar.
Paso 8
Repetimos el ejercicio cinco veces, siempre con el mismo nivel de
excitación. Luego lo repetiremos aumentando el nivel de excitación,
a medida que estemos cómodos y seguros de lo que estamos
haciendo.
Paso 9
A medida que practicamos y nos acercamos más y más
al momento de la eyaculación, tendremos que empezar a realizar
otro tipo de experimentación, ya no cambiando la forma en
que nuestra pareja nos estimula, junto con nuestra respiración,
sino manteniendo una de las variables como una constante (la estimulación
que nos da nuestra pareja) y modificando solo la otra, cambiando
únicamente nuestra respiración, para ver si así
podemos manejar nuestra excitación.
Cuando lleguemos al borde exacto del precipicio, cuando estemos
a punto de superar el punto sin regreso, entonces deberíamos,
con seguridad, experimentar un implosivo orgasmo interno, sin eyacular,
pero vibrando de placer y canalizando la energía hacia arriba.
Paso 10
Ahora cambiamos de posición y pasamos a darle placer a nuestra
pareja, siguiendo sus instrucciones y otras de las técnicas
que hemos visto en algunos artículos anteriores.
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