Todo sobre jardinería hidropónica
Jardines hidropónicos
Mientras que los principios básicos de todos los jardines hidropónicos
son los mismos, son tres los sistemas que han probado ser prácticos
para los aficionados a la jardinería. En cada caso, las plantas, en
lugar de crecer en el tradicional suelo de tierra, lo hacen en un
medio estéril, con una pequeña bomba que produce, cíclicamente, una
solución de nutrientes sobre las raíces.
Los jardines cultivados bajo la técnica de película de nutrientes, o
NFT (del inglés, nutrient film technique), son fáciles de construir en
casas y son apropiados para amplia gama de vegetales y hierbas. Esta
técnica envía un continúo fluido de nutrientes a las raíces. Las
plantas crecen a través de canales especialmente diseñados, tales como
caños de PVC o goteros.
Los jardines de flujo y reflujo son mejores para hacer crecer
cualquier cosa que vaya en macetas, como las plantas de hogar. Un
tanque o tubo impermeable se llena periódicamente y luego drena hacia
el reservorio de nutrientes.
Los jardines de goteo suministran una solución de nutrientes a las
raíces de las plantas utilizando los mismos tipos de emisores usados
en los sistemas de goteo e irrigación a cielo abierto. La solución
nutriente puede ser inmovilizada y reciclada, o permitírsele drenar
otra vez.
Medio de crecimiento
En lugar de tierra para el crecimiento de las raíces, las plantas
hidropónicas necesitan de un material poroso, estable e inerte.
Dependiendo de la situación, diferentes materiales pueden ser de
utilidad. Entre ellos, podemos mencionar: arenisca, gravas varias,
corteza de madera de secoya, espuma de poliuretano, fibra de coco,
perlita, y vermiculita. No obstante, los dos más comunes de encontrar
son la lana mineral y algún tipo de arcilla expandida.
La lana mineral se consigue al fundir la roca y expulsarla dentro de
finas vetas, que luego son prensadas derivando en láminas
entrelazadas. Estas láminas son cortadas en forma de cubos, bloques o
losas. La principal ventaja de la lana mineral es su capacidad de
retener el agua y aún así proveer una excelente circulación de aire
alrededor de las raíces. Por otra parte, es un material muy fácil con
el que trabajar. Sin embargo, comparado con otros materiales, su costo
es relativamente más elevado.
En cuanto a la arcilla expandida, ésta se fabrica calentando varios
tipos de arcilla en hornos. Así, la arcilla se expande de una manera
similar a las palomitas de maíz. Provee una excelente circulación del
aire y no se estropean rápidamente. Son las más usadas para plantas
caseras con sistema de flujo y reflujo. Están disponibles bajo varios
nombres y marcas.
Luminiscencia
Para la mayoría de las plantas hidropónicas, las lámparas de descarga
de alta intensidad proveerán la luz más efectiva y eficiente. Los dos
tipos principales de lámparas son las de sodio de alta presión y las
de metal halide.
Estas luces producen mucha más luz por watt de electricidad que los
tubos fluorescentes, de manera que la bombilla puede estar a varios
metros sobre las plantas a aun así abastecer a las hojas más
escondidas. Ambos tipos de lámparas utilizan grandes focos y poseen un
período de vida prolongado. Las bombillas contienen varias
combinaciones de gases raros. El lastre está separado y se conecta a
una toma en la pared.
La mayoría de los jardineros prefieren las lámparas de metal halide,
ya que su luz es buena tanto para el crecimiento y el florecimiento
saludables, como para la vista del ser humano. Las lámparas de sodio
son más eficientes y son preferidas para algunos tipos de plantas, sin
embargo, su luz roja es poco confortable para las personas que deben
trabajar en los viveros.
Pasos previos: hidratación y nutrición
Antes de efectuar el transplante al sistema hidropónico, prepare la
solución de nutrientes. Aunque usted bien se las puede arreglar con
una solución básica de fertilizantes, es recomendable utilizar una
formula combinada, ya preparada. Esto simplificará las cosas
considerablemente, ya que usted no necesitará comprar distintos tipos
de fertilizantes ni un equipo de precisión para calcular cantidades.
Por otra parte, las plantas frondosas necesitan una fórmula de
nutrición diferente a la usada en los tomates o pepinos. De toda
maneras, usted puede utilizar una fórmula general para tomates si está
cultivando tomates junto a otros vegetales. Los negocios de la
especialidad ofrecen una amplia gama de fórmulas para distintos tipos
de cultivos, e incluso para diferentes etapas del crecimiento.
La solución de nutrientes debe mantenerse en balance, lo que significa
que la razón de nutrientes debe ser constante. A medida que las
plantas crecen, según sus necesidades, irán tomando distintos tipos de
nutrientes, provocando que la solución se pierda su balance. Por esta
razón, lo adecuado es cambiar la solución cada dos semanas. Utilice la
solución vieja para fertilizar otras plantas interiores o exteriores.
Además de mantener la razón de nutrientes equilibrada, usted también
necesitará monitorear el pH de la solución y la cantidad de sales
disueltas (la conductividad eléctrica). Mantenga el pH entre 5.9 y
6.3, y la conductividad eléctrica entre 1.6 y 2.5, sin embargo, esta
última dependerá en parte de la fórmula de nutrientes. Los
comerciantes y mayoristas ofrecen una gran cantidad de productos para
medir el pH y la conductividad eléctrica.
Algo muy importante: agregue agua al tanque constantemente. Las
plantas consumen el agua más rápido que los nutrientes. Mantenga el
reservorio siempre lleno y cambie el agua como máximo cada cuatro
días.
Tiempo de siembra
La mejor manera de comenzar es sembrando las semillas en cubos o
bloques de lana mineral, que están disponibles en centros de
jardinería o viveros con sección de hidroponía. Antes de plantar las
semillas, remoje los cubos en agua durante 24 horas para humedecerlos
y ajustar el pH. Compre variedades de semillas que sean conocidas por
crecer bien hidropónicamente. El empleado de la tienda sabrá
recomendarle las mejores alternativas.
Plante semillas de tomates y pimientos en los cubos de 1 pulgada, y
luego trasplántelos a los bloques de 3 pulgadas. Siembre semillas de
lechuga en los cubos de 1 pulgada y no los transplante a los bloques.
¿Le gustan los pepinos? Entonces, plante las semillas de pepino
directamente en los bloques de 3 pulgadas. En cada cubo o bloque,
siembre 2 ó 3 semillas de la mayoría de los vegetales, 4 ó 5 de
hierbas, y una semilla de pepino (los pepinos germinan bien, pero la
semilla es cara). Una vez que las primeras hojas se hayan formado,
entresaque (utilizando tijeras) los tomates, pimientos y la lechuga de
modo que quede una planta por cubo.
Luego de la siembra, riegue los cubos y cúbralos con un film de
polietileno para mantenerlos húmedos. Contrólelos a diario y remueva
la cobertura ni bien ocurra la germinación. Inmediatamente después,
ubique las plantas debajo de la luz.
Transplantes
Llegado el momento, algunos de sus vegetales y hierbas deberán ser
transplantados. Por ejemplo, transplante la lechuga cuando aparezca el
primer grupo de hojas. Esto puede ocurrir entre 10 y 14 días después
de la siembra. En cuanto a las hierbas, se debe hacer lo mismo, pero
tenga en cuenta que puede tomar mucho más tiempo en aparecer las
primeras hojas. Asimismo, el proceso en los pepinos europeos es de 2 ó
3 semanas, y en los pimientos de 5 a 6. Por el lado de los tomates,
transplántelos a cubos de lana mineral de 3 pulgadas cuando aparezcan
las primeras hojas.
Siempre que vaya a transplantar, tenga cuidado de no lastimar las
raíces tiernas que se encuentran debajo de los bloques o cubos, en el
momento de colocarlas en los agujeros de los canales de crecimiento.
Tenga la solución de nutrientes circulando antes de establecer las
plantas. De esta manera, los bloques recibirán solución
inmediatamente.
Cuidado y mantenimiento
La mejor mancera de sostener cultivos como los pepinos y tomates, es
atando sus tallos a una cuerda de polietileno sostenida por una barra
enganchada al techo o por un armazón. Coloque clips de plástico debajo
de las hojas más importantes de la planta de manera que el tallo
principal quede bien sostenido.
En cuanto a los tomates y pepinos, trate de formar plantas de un solo
tallo. Pellizque cualquier brote lateral o bifurcación cuando tenga 3
centímetros de largo aproximadamente. En el caso de los pimientos,
intente dejar un sistema de dos tallos.
Remueva todos los serpollos y los zarcillos de los pepinos. Elimine
también cualquier fruto que aparezca en los primeros pies, utilizando
un taburete si es necesario. Deje crecer los otros frutos y amárrelos
a la barra de soporte.
Las flores del tomate deben ser polinizadas a mano. Haga vibrar las
flores por varios segundos con su mano o con un cepillo suave. Una vez
que hayan aparecido los frutos, sáquelos y deje sólo cinco por racimo.
De esta manera, obtendrá una producción y maduración uniforme.
Los tomates necesitan cerca de tres meses, a partir de su siembra,
para ser cosechados. En lo que respecta a los pepinos, el período es
menor, tomando unos dos meses en cosecharse. Las plantas crecerán
durante un año, pero se volverán menos productivas con la edad, por lo
que deberían ser replantadas después de los seis meses. Cada planta,
dentro de este período, puede producir unos 45 kilos o más de frutos.
Así, por ejemplo, los pepinos producirán dos o tres frutos por semana
durante la época de cosecha. Los pimientos son más lentos en el
proceso de maduración y producen menos frutas que los tomates.
La lechuga de tipo mantecosa estará lista para ser cosechada entre 35
y 40 días después del transplante. Asimismo, usted podrá cortarlas a
mitad de ese período para utilizarlas con otras hierbas de hojas
pequeñas en ensaladas mixtas.
Por último, coseche las hierbas una vez que las plantas tengan tantas
hojas como para no quedar “desnudas” después de unas cuantas
recogidas. Pellizque las flores que se puedan formar en plantas como
la menta o la albahaca, para mantenerlas vegetativas. Pode cualquier
tallo frondoso que se pudiera desarrollar, especialmente en la planta
de albahaca.
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