Los besos que ellas aman
Beso de principiante
Un simple
encuentro de labios. Tus labios deben posarse sobre los de ella ejerciendo una
mínima presión. Hecho con suavidad, éste puede ser un magnífico punto de
partida. Una variante es “arremolinar” tus labios lentamente alrededor de los de
tu amante. Relájate, déjate ir y permite que tus labios transiten la boca de tu
pareja. Una verdadera bendición con poco esfuerzo.
Beso
mariposa
Revolotea
abundantemente tus pestañas sobre los labios, mejillas y cuello de tu amante. A
la hora de besar los pechos, no te olvides de hacer una visita a los pezones.
La gotita
Trata de
implementar esta técnica durante el ardor del acto amatorio. Si estás arriba de
tu amante y la besas apasionadamente, sepárate ligeramente de sus labios y deja
caer unas gotas de saliva sobre su boca.
La hélice
Este beso
puede aplicarse en los labios y en todo el cuerpo. Relaja tus labios y permite
que tu lengua haga remolinos y husmee a tu partenaire. Alternar los remolinos y
estas embestidas linguales puede provocar sensaciones maravillosas en tu
compañera.
Beso
Francés
Con las
bocas abiertas, sus lenguas se prueban y regodean contra la delicada mucosa dentro
de la boca.
El pasaje
del amante
Cuando
quieres pasar algo a tu amante de un modo sensual –tal vez un trozo de
chocolate, fruta o helado- simplemente sostén la pieza entre tus labios y deja
que sus bocas se toquen. Luego, utilizando la lengua, empuja el objeto dentro de
su boca. Una hermosa forma de compartirlo todo...
Lamida
lujuriosa
Ligeramente más controlado que un perro desbocado, este beso involucra un
movimiento de lamedura con la lengua (controlado y contenido), mientras que
mantienes tus labios próximos a la piel de tu amante. Con los labios
semiabiertos, efectúa una lamida firme pero suave sobre su piel, labios o boca.
Este beso te pone en control de las acciones y es increíblemente sensual para un
amante que gusta de acomodarse a tus movimientos.
Collar
medieval
Se cree
que este beso era disfrutado por los caballeros de la realeza cuando las mujeres
medievales usaban vestidos de escotes bajos. Con suavidad, rodea el cuello de tu
amante con una serie de besos, moviéndote desde el cuello inferior debajo de la
oreja, pasando por el esternón, y terminando detrás de la otra oreja. Tanto la
mujer como el hombre disfrutan del suave patrón circular trazado alrededor de su
delicada piel.
Lengüetear Mediterráneo
Su origen
se remonta a los amantes latinos que lengüeteaban las pequeñas gotas de sudor de
sus parejas durante los largos veranos calurosos de pasión. Usando la lengua,
cubre los labios, mejillas y cuello de tu amante –en realidad, el lugar que tú
quieras- con delicados lengüetazos cortos. Esta técnica es perfecta para emplear
largamente en los pezones y en la zona del ombligo.
Perro
desbocado
Un beso
apasionado, especialmente efectivo para grandes zonas erógenas como el cuello,
senos, abdomen y partes íntimas. Deja tu boca abierta y floja, y permite que tu
lengua relajada lama el cuerpo de tu amante. Este beso se siente increíble
cuando es aplicado desde la parte inferior del pecho hasta la punta del pezón.
La lengua juega disparatadamente con el pezón sobre el final del recorrido.
Beso
resbaladizo
La lengua
se mueve espaciosamente de un lado a otro o hacia adentro y hacia fuera. Puedes acompañar este beso con salsas y cremas
esparcidas sobre el cuerpo de tu amante (si está de acuerdo, claro está).
La
serpiente
Partiendo
desde el Lengüeteo Mediterráneo, ahora permite que tu lengua pegue unos rápidos
latigazos, generalmente, imitando el movimiento de una serpiente. Éste puede
tener lugar durante el Beso Francés, pero además puede ser practicado sobre todo
el cuerpo de tu amante.
Beso
estirado
Cuando
estés practicando un Beso Francés, estira tu lengua hasta tocar el paladar de la
boca de tu amante. En pocas ocasiones las personas suelen acordarse de este
sitio, aún cuando las sensaciones que puede crear tu lengua allí sean
explosivas.
Beso
aspirador
Permite
que tus labios se relajen y rodea la boca de tu amante con la tuya, cubriendo la
superficie total de sus labios con los tuyos. Ahora aplica una ligera succión
sobre ellos. Ahora deja de aspirar, separa los labios y vuelve a iniciar. Estás
en pleno control de los labios de tu amante, mientras los abrazas con el calor
de tu boca. Asimismo, puedes aplicar el mismo procedimiento a un labio
únicamente –superior o inferior-. Por otra parte, puedes emplear el beso
aspirador sobre la lengua de tu compañera durante el beso Francés, y te sentirás
en el mismísimo éxtasis. Si aplicas el beso aspirador con firmeza sobre el
cuerpo de tu amante se transformará en una “marca de amor” o “chupón”.
Besos que
matan...
A través
de los besos, el juego previo al sexo puede alcanzar niveles extraordinarios de
pasión. Tú y tu amante podrán sentir que son arrastrados por el alma o el
corazón del otro. Ahora, tus besos parecen conducir a una sed que no se calma
con agua. Disfruta el momento.
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