Tomando otros
conceptos, como los filosóficos, por ejemplo
el TAO, nos enseña que al ingerir alimentos
estamos incorporando elementos vivos, cargados
de energías cósmicas; "Del
TAO nace el Uno, del Uno nace el Dos, del Dos
nace el Tres, del Tres nacen los diez mil seres.
Los diez mil seres llevan en la espalda e Ying
(la oscuridad, lo femenino, el cielo) y en brazos
el Yang (la luz, lo masculino, la tierra). Así,
el vapor (materia) del vacío queda armonizada"
(C.42, Lao Tsé).
Los valores inicialmente en la filosofía
china primitiva, estaban depositados en el adecuado
balance entre los cinco elementos WU HSING: metal
(mineral), tierra, agua, vegetal (madera), fuego
y, según sus propiedades en los cuerpos,
producían el equilibrio o desequilibrio
en cada ser en el mundo entero, encontrándose
entre ellos, productos que fortalecen algún
chakra en especial o son "afrodisíacos".
Dentro de las prácticas orientales, podemos
encontrar la "tántrica" que,
para alcanzar la divinidad, utiliza como medio
el sexo, para lo cual enseña los métodos
para obtener placer sexual, cuya meta -la del
sexo- no es el holocausto, sino el éxtasis;
y evitando la eyaculación (lo máximo
posible) se conserva el poder Yang, para prolongar
la actividad sexual; se practica el arte de inyacular
para poder tener mayor cantidad de orgasmos ya
que, al no eyacular, se concentra el poder y se
aumenta el placer sexual; para ello se ejerce
el control sobre los centros de excitación
que a la vez se estimulan visualmente y en forma
táctil, aumentando el deseo sin llegar
al orgasmo ni al contacto entre ambos genitales
hasta lograr un alto clímax, canalizando
los deseos por el tránsito de lo habitual
aumentando los centros del placer y sexualizando
cada acto cotidiano. El reconocimiento y excitación
a través del olfato y el gusto, la estimulación
de los oídos, el control para alcanzar
el mayor punto de éxtasis; son métodos
para lograr la liberación y explosión
cósmica de todos los placeres; el encuentro
con uno mismo a través del otro y la unión
espiritual por medio de la unión carnal,
llegando al limbo del éxtasis a través
de nuestra propia fuerza interior que se libera
para llegar a su punto máximo de excitación
y plenitud.
A partir de ello, se enseña a canalizar
y a utilizar el manejo de la energía sexual
y su aprovechamiento en todos los actos cotidianos;
es una auto-realización que libera de las
cargas de la vergüenza, impuestas por el
aprendizaje de castración religiosa o falsa
moral; entonces, por medio del centro de excitación
provocada por el orgasmo (no eyaculación)
obtenemos éxtasiss en cualquier espacio
de nuestra vida.
El tantra enseña a hacer sexo haciendo
el amor, en forma lenta y con el corazón;
a estar enamorado de uno mismo y tener el poder
de trasbasar ese amor; para lo cual utiliza todos
los elementos descriptos anteriormente, dándole
especial importancia a los "afrodisíacos".
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