“Es árbol pequeño, de buena sobra y madera; envejecer presto. Tiene la hoja laurel, pero más gorda y ancha. La flor parece algo de naranjo, y huele mejor que la de jazmín” (así lo describió el historiador español Francisco López de Gómara en 1552).
Se cree que el guayabo es un árbol originario del sur de México o de Centroamérica, aunque en investigaciones arqueológicas realizadas en Perú, se han encontrado semillas de guayabas lo que hacen pensar que era cultivado en Sudamérica antes del descubrimiento de América
Los misioneros que llagaron a catolizar a los aborígenes y los viajeros españoles llevaron la guayaba a África y de allí paso a Asia especialmente a India, donde su cultivo se desarrolló enormemente, convirtiéndose es un árbol muy apreciado por su aromático fruto, y por el uso medicinal que se da a otras partes como el tronco, la corteza y las ramas.
Según la mitología Guaraní, el Dios supremo de los guaraníes es Tupã, creador del universo y de la luz, espíritu puro y sin forma que vive y anima el universo entero, incapaz de hacer el mal quien contrajo nupcias con Arasy (ára 'madre' + sy 'cielo' = 'madre del cielo'), ellos juntos crearon al hombre y a la mujer. Tupã y Arasý pusieron a los recién creados frente a ellos, y dijo Arasý: "Mujer, que de mi naciste a mi semejanza, te doy por nombre Sypavé" es la madre común de la raza americana; y al otro, que era varón, dijo Tupã: "te doy por nombre Rupavé" el padre común de la raza americana y Arasý dejó a Sypavé la fruta del arasá “la guayaba”.
La Guayaba es el fruto delicioso y con un aroma espectacular del árbol de guayabo, tiene una forma aovada y sabor dulce, en su pulpa se encuentran multitud de pequeñas semillas, es una fruta propia de climas tropicales. Si usted tiene un buen patio donde sembrar un guayabo, puede obtener buenos árboles a partir de la semilla, que se extrae de los frutos bien maduros si la siembra en turba húmeda. Tarda entre cinco y ocho semanas en germinar y disfrutara de su fruta deliciosa y además del aroma de sus flores el caer la tarde, las mejores guayabas son las que maduran en el árbol, cuando ya han perdido el color verde para ser amarillas pálidas y su típico aroma se hace patente.
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