“Las funciones que socialmente le son asignadas a las escuelas infantiles son: la atención, cuidado y recreación y la educación sistemática. Que son válidas para todos los niños sean o no de integración.
Desde estas funciones se definen los siguientes objetivos: a) Ayudar y colaborar en la crianza, atención y cuidado de la infancia, B) Posibilitar las adquisiciones culturales de valor social, favoreciendo el crecimiento personal y la integración en la sociedad a la cual pertenece, y c) Promover comportamientos sociales y actitudes de solidaridad y de respeto hacia las personas y los valores culturales de la comunidad.
Vemos como estos objetivos nos posibilitan por una parte, colaborar con la familia y, por otra, potenciar el desarrollo del niño con alteraciones. Al mismo tiempo que la propia integración facilita al resto de compañeros la adquisición de unos determinados valores de una forma vivencial y directa.
El objetivo de la intervención educativa centrada en el niño es el de contribuir a desarrollar una serie de habilidades, destrezas y conocimientos. Que, considerando el periodo de primera infancia y con referencia obligada a la integración, son: - Actuar de manera cada vez más autónoma, para satisfacer sus necesidades básicas de salud y bienestar personal, de juego y de relación; adquiriendo seguridad afectiva y emocional, y desarrollando sus capacidades de iniciativa y autoconfianza. – Conocer y controlar su cuerpo, mostrando actitudes de cuidado e higiene. – Mostrar iniciativa en la resolución de problemas prácticos. – Observar y explorar el entorno inmediato. – Utilizar adecuadamente instrumentos en la realización de tareas sencillas. – Enriquecer y diversificar las propias posibilidades expresivas. – Establecer vínculos fruto de la relación con los adultos y con sus iguales. – Apreciar y disfrutar de las manifestaciones culturales de su entorno.”
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