El refrigerador o la nevera, es un equipo necesario hoy en día dentro de la cocina moderna, muchas veces no sabemos utilizarlo de la manera adecuada, es decir almacenamos alimentos en el como si fuera una despensa, y realmente no lo es, muchas veces metemos en el alimentos procesados que no necesitan refrigeración quitando espacio y frio a otros que realmente si lo necesitan.
Lo primero que debemos saber es que es imprescindible que mantengamos la temperatura del refrigerador a 2°C (40 °F) como mínimo o más frío. Vigile siempre que esta norma se cumpla para ello utilice un termómetro de electrodomésticos en varios lugares del refrigerador. Y revise su temperatura.
Los alimentos mas perecederos como las carnes (ave, pescado o vacunas) que utilizara de inmediato (si no congélelas), los huevos y los productos lácteos, guárdelos siempre en el lugar mas frio del refrigerador.
Utilice el espacio adecuadamente para colocar los alimentos menos perecederos como las hortalizas, que casi siempre tiene un lugar especial o cajón dentro de nuestra nevera.
Las botellas, como el vino de cocina, los refresco o las salsas comerciales (kétchup, mayonesa, mostaza y etc.) también tienen un lugar especial generalmente en la puerta.
Alguna neveras tienen un espacio para poner los huevos, que generalmente esta en le lugar mas frio y cerca del congelador.
No llene su refrigerador demasiado con alimentos que al final deberá botar por no utilizarlos, porque eso podría hacer bajar la temperatura adentro, ya que cada alimento absorbe un poco del frio. El aire frio que produce el refrigerado debe poder circular libremente para enfriar los alimentos debidamente.
Revise constantemente su refrigerador, límpielo y saque las comidas derramadas o que se han echado a perder y están ocupando un espacio primordial en su refrigerador y además lo están contaminando, permitiendo que las bacterias crezcan. Recuerde que la temperatura del refrigerador es muy suave, y que sólo retarda el crecimiento de la bacteria pero no las detiene.
Conserve la calidad de sus alientos refrigerados, sáquelos de las envolturas del mercado pues han estado expuestas al aire o la manipulación de extraños, y guárdelos con envolturas o recipientes herméticos aptos para el frio así no se resecaran ni se contaminaran con los olores y los sabores entre ellos.
No use bolsas ni recipientes de plástico que no sean aptos para guardar alimentos ni vuelva a usar bolsas de plástico que originalmente tenían carne, aves de corral o pescado crudos, para envolver otros alimentos.
Envuelva muy bien las carnes (todas) de manera que el jugo no gotee y contamine otros alimentos dentro de su nevera. Y si los usara de inmediato podría ponerlos sobre un plato u otro recipiente. Si su uso no es inmediato es mejor que los envuelva bien y los congele por porciones etiquetando con el contenido y la porción (ejemplo: Carne molida – ½ kilo o 1 libra), esto le facilitara su uso, pues solo bajara del congelador a la nevera, la porción que dese utilizar para preparar una receta o una comida.
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