Uno de los requisitos básicos para lograr una excelente conservación de nuestros alimentos congelados es que los pongamos en contenedores o bolsas que sean aptos para esto, y que sean herméticos, para que el aire frío y seco no absorba su humedad, deshidratándolos desmejorando el aspecto y el sabor.
Existen en el mercado muchas alternativas, estas son las más comunes:
1. Bolsas de polietileno (de alta densidad): existen diferentes tamaños de bolsas, según el alimento que queramos congelar. Se debe tener en cuenta su espesor, de aproximadamente 50 micrones (unidad en la que se mide la densidad del nylon).
2. Bolsas de poliproleno: con igual utilidad que las de polietileno, pero hay que tener en cuenta que hayan sido elaboradas específicamente para congelar alimentos, pues de lo contrario su hermeticidad no esta asegurada.
3. El papel de aluminio: es conveniente al usarlo hacer un doble envoltorio y sellarlo muy bien con cinta adhesiva para congelar.
4. Envases de aluminio (descartables): de diferentes formatos y medidas, con tapa o no, son una alternativa para congelar. Si el envase no tuviera tapa, podemos reemplazarla por papel de aluminio, bien ajustando en los bordes o simplemente colocar el envase dentro de una bolsa para freezer, cerrándola luego herméticamente y sin que quede nada de aire en su interior.
5. Envases de plástico rígido: con diferentes formatos y tamaños, todos con tapa de cierre hermético. Resultan muy adecuados para congelar alimentos líquidos o semilíquidos como caldos, sopas, o salsas. Debemos asegurarnos que son aptos para el congelador, generalmente lo dicen en la base o en las especificaciones del producto
6. Papel adherente o film: ideal para congelar, ya que se adhiere al alimento sin peligro de que quede aire, pero luego es conveniente envasarlo dentro de bolsa para freezer o envolverlo nuevamente en papel de aluminio para asegurar su hermeticidad.
7. Bolsas con cierres: Dentro del envoltorio no debe quedar aire, por lo tanto se debe tratar de adherir lo más posible el envoltorio al alimento, y si hay posibilidades, hacer succión de aire. Los cierres deben ser hechos lo más herméticamente posible.
8. Etiquetas: Debamos etiquetar todos los alimentos, escribiendo con bolígrafo o marcador a prueba de agua, estos también se encuentran en el marcado, en la etiqueta debemos colocar el tipo de alimento que contiene, la cantidad de porciones, su estado, si crudo o cocido y la fecha de ingreso al congelador y su tiempo de conserva.
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