Un menú Áfricano siempre esta compuesto por un plato único, un estofado o guiso con poca carne aunque las carnes y el pescado son la base de la alimentación, (cada país posee su plato tradicional) y mucho aceite de palma, granos o legumbres, raíces variadas, arroz, verduras especialmente la yuca o mandioca, el ñame o la batata que aportan consistencia y nutrientes básicos, especias, y las bolitas de masa que suelen utilizar como sabrosos utensilios para untar salsas. Que son unos buñuelos llamados talale, preparado con platano. En Etiopia preparan un pan llamado injera que utilizan como un plato. Los estofados varían en ingredientes de acuerdo a los gustos de cada país, o por su herencia colonial y natural.
El cerdo o cochino, las gallinas y vacas también son utilizados ampliamente en la cocina Áfricana. El pollo lo suelen preparar en coco, con jengibre, y guarnecerlo con cambur (banana) verde o maní. La carne de vaca o cerdo siempre se dora con aceite de palma o maní, o en estofado y la de cordero generalmente se prepara asada a la parrilla.
El bacalao en ensalada, los cangrejos de río y las ostras gigantes fritas, el ragout de cangrejo con arroz (ago glain), el congrio relleno de cebolla picada, perejil o pimiento rojo (tie bou dienie) se consumen habitualmente, porque África tiene kilometros de costa con muy buena y variada pesca.
El menu se completa con un postre, generalmente son frutas frescas y tropicales como las piñas, plátanos, lechosas (papayas), mangos, parchitas (frutas de la pasión), tamarindos, cocos, guayabas, naranjas, limas-limones.
También suelen comer el platano frito en panqueques o las batatas que combinados con cocos se convierten en tortas.
La influencia europea se presisa en los horarios de comida, aunque sus contenidos sean exóticos.
Se consume un gran número de bebidas alcohólicas como el Mengrohom, es un carato hecho con maíz y yuca (mandioca), el Babine, producto de la fermentación de hojas de aguacate (palta) o variedades de cerveza como la de mijo. También son habituales las bebidas no alcohólicas, refrescantes con propiedades medicinales como la infusión de kinkeliba o flores de hibiscos o cayenas, agua de limón y jengibre, o las bebidas con miel y lima.
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