El desayuno es la comida más importante del día, nos prepara para el trabajo o la escuela, y nos da las energías y colorías necesarias para funcionar bien. En Venezuela el desayuno criollo esta compuesto por las arepas (como quiera que se cocinen: asadas, horneadas o fritas), huevos fritos, caraotas refritas, queso blanco rallado, alguna lonja de jamón sofrito y una buena taza de café con leche. Este es el desayuno criollo. Los días que tenemos mas tiempo preparamos “El Perico”.
Las arepas es nuestro pan de cada día, cuando vivimos fuera las añoramos. Son tortas de maíz, típicas de nuestro país, también son un desayuno tradicional, aunque las comemos a toda hora, especialmente son ricas a la media noche cuando salimos hambrientos de una fiesta. Es común ver las areperas “locales donde se especializan en la preparación de las arepas” llenas en la madrugada, tanto de noctámbulos que disfrutan la noche, como de trabajadores que trabajan esos turnos, pidiendo su arepa preferida. ¿Qué venezolano no ha ido a comerse una arepa bien resuelta a media noche?, forma parte de nuestra idiosincrasia.
Según Ramón David León, la arepa tiene “un alma generosa y un corazón lleno de bondad útil”: insípida pero democrática, “rural en cuerpo y alma” y ahora civilizada por las bondades de la harina precocida, que nos la pone a nuestra disposición en un abrir y cerrar de ojos. En todos los hogares venezolanos, los olores de la mañana que despiertan los sentidos, son el café colado y la arepa tostándose en le budare, inconfundibles y característicos. Las arepas son parte de nuestra cultura.
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