(suprema de pollo con frutos del bosque y pure
de castañas)
Ingredientes para dos amantes:
-2 supremas de pollo(sin piel)
-1 cucharada de manteca
-1 cucharada de miel
-1 cucharada de mostaza
-1 vaso de vino blanco -seco-
-1 cucharada de maicena
-1/2 cucharadita de curry picante
-sal y pimienta a gusto.
Varios:
-6 frutillas
-10 frambuesas
-6 ceresas
-20 arandamos
-10 moras o cherris
-1 kiwi
-1 durazno
-1 pera
-2 cucharadas de pasas de uvas verdes y morenas
remojadas en vino blanco.
-1 cucharada de pistachos partidos
-2 cucharadas de almendras molidas grueso.
-1 cucharada de piñones
-1a2 gotas de esencia de rosas
-Los petalos de una rosa roja
-10 violetas
-6 flores de albahaca
-6 flores de romero
-hojas de albahaca para decorar
Guarnición:
-Pure hecho con 1/2 kg. de castañas,
(puede reemplazarse con puré de batatas)
Dorar en una sarten
las supremas en manteca de ambos lados. Sasonar
con sal, pimienta y curry. Agregar la miel y
la mostaza, incorporar el vino blanco y dejar
evaporar un poco. Cocinar unos ocho minutos
-si hace falta agregar más vino, no debe
secarse-. Incorporar las frutas enteras menos
el kiwi, durazno y pera que sean cortados en
gajos. La esencia de rosa, las almendras, pistacho
y piñones. Cocinar un minuto más.
Incorporar la maicena disuelta en un poco de
agua fria, revolver hasta que espece.
Servir con una guarnicion de pure de castañas
o batatas, y decorarlo con las flores y hojas.
-Acompañar con Champagne brut o demisec-
(...) Oh carne , carne mía, mujer que
amé y perdí,
a tí en esta hora húmeda, evoco
y hago canto.
Como un vaso albergaste
la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizo como a un vaso.
Era la sed y el
hambre, y tú fuiste la fruta.
Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste
el milagro.
Ah mujer, no sé
como pudiste contenerme
en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus
brazos!
Mi deseo de ti fue
el más terrible y corto,}
el más revuelto y ebrio, el más
tirante y ávido.
Cementerio de besos,
aun hay fuego en tus tumbas.
aún los racimos arden picoteados de pájaros.
Oh la boca mordida,
oh los besados miembros,
oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.
Oh la cópula
loca de esperanza y esfuerzo
en que nos anudamos y nos desesperamos.
Y la ternura, leve
como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios.
Ese fue mi destino
y en él viajo mi anhelo,
y en él cayo mi anhelo, todo en tí
fue naufragio!
-Pablo Neruda-
|