Es necesario conocer
algunos componentes indeseables de la SOJA y
cómo tratarlos.
Me refiero a:
1. Sabor
2. Digestibilidad
3. Flatulencia
Algunos componentes
de la SOJA, presentes también en las
leguminosas, son responsables del típico
sabor a frijol ( para nosotros poroto), que
puede afectar al producto que estemos elaborando,
por ejemplo Leche de Soja. Este sabor, si bien
no es importante para el oriental, quien lo
acepta muy bien; sí lo es para el consumidor
occidental, quien habitualmente lo rechaza.
Este sabor afrijolado puede mitigarse y/o controlarse
mediante la inactivación de las enzimas
con tratamientos térmicos. Remojar la
soya con agua hirviendo a fin de que la temperatura
no caiga por debajo de los 80°C, manteniéndola
luego a esta temperatura durante por lo menos
10 minutos (Wilkens et al., 1967; Mattick y
Hand, 1969).
La digestibilidad
de la proteína también es un problema.
Existe en la soja un inhibidor de la tripsina
que es una enzima pancreática que actúa
en la digestión de la proteínas.
Algunos investigadores han reportado que los
inhibidores tienen poco o ningún efecto
sobre la proteinasa humana (Freeney et al.,
1969). Dado que los estudios en humanos son
muy limitados, la inactivación de estos
inhibidores de tripsina continúa siendo
de importancia.
El proceso de remojo de por lo menos 12 a 14
horas es fundamental para solubilizar la proteína,
así como también el calentamiento
a temperaturas superiores a los 80° por
un período de 10 minutos.
En cuanto a la flatulencia que produce, es debida
a los hidratos de carbono rafinosa y estaquiosa
que se encuentran predominantemente en la cáscara.
Por ello es importante el descascarado, que
se logra con el remojo a temperatura superior
a 80°.
Resumen
Opción
1: Remojar el poroto 12 horas, cambiando
el agua una ó dos veces. Remojar en agua
a temperatura de 100° durante 10 minutos.
Enjuagar con abundante agua caliente antes de
la cocción.
Opción
2: Remojar en agua a temperatura de 100°
durante 10 minutos , enjuagar con agua caliente
y repetir el procedimiento una vez más,
luego cocinar hasta que estén tiernos.
Una hora aproximadamente.
En ambos casos proceder
al descascarado, que puede completarse luego
de la cocción.
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