Este tipo de palabras se opone terminantemente a la buena educación, pero cabría ponerle atenuantes.
Es diferente palabras malsonantes dichas por una persona alegre, divertida, desenfadada viendo un partido de fútbol, que esas mismas palabras dichas por un señor serio, formal, con cara de pocos amigos, delante de la ventanilla de un Ministerio cualquiera.
La utilización de estas palabras debe seguir reglas básicas de cumplimiento obligatorio:
1. La mujer nunca dirá estas palabras.
2. Las personas de mayor edad o categoría social tienen preferencia en el uso de estas palabras sobre los más jóvenes o de menor categoría social.
3. El jefe tiene preferencia sobre el subordinado.
4. Nunca se dirán estas palabras para ofensas religiosas.
5. Estas palabras se usarán con moderación, debe reservarse para ciertas ocasiones que las pueden justificar.
6. Se admite como expresión, nunca dirigido a otra persona para ofenderla.
7. Lo más prudente y recomendable es abstenerse de emplear estas palabras, quedará Usted como un caballero.
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