Un gran enemigo de las buenas relaciones dentro de la oficina son las fechas de entrega. En un grupo humano donde hay grandes masas de trabajo a cumplir y donde la ineficacia de uno puede reflejarse de forma muy negativa en los demás, donde lo que hacemos o dejamos de hacer afectan también a como lucen nuestros compañeros enfrente de nuestro jefe, es muy sencillo caer en el problema que generan los celos y los enojos propios de la sensación de que una de las personas que están trabajando con nosotros no está haciendo todo lo que debe, dándonos más trabajo a nosotros o, peor aun, haciendo que parezca que somos inútiles y que nuestro jefe dude de nuestra capacidad real para cumplir con nuestras obligaciones.
La discordia aparece, entonces, de esta forma inevitablemente. La tensión entre las partes, además, inevitablemente genera una mayor tensión y esto lleva a todavía más problemas. Como vemos, es un circulo vicioso del que se hace más difícil escapar cuanto más adentro de él estamos.
Además, cuanto más se expanden, más gente tiende a incluir. En algún momento se hacen tan grandes que empiezan a afectar a la estructura de la empresa propiamente dicha. Y es en ese momento cuando pasamos a tener algo que va mucho más allá de un simple problema relacional a nivel personal para tener entre nuestras manos algo que puede terminar con nuestra carrera.
El truco que tenemos para mejorar la situación es evitar que la tensión y los problemas escalen demasiado. Y la mejor forma de hacerlo es encargándonos de los problemas tan pronto como sea posible, ya sea para evitar que crezcan o para eliminarlos totalmente.
Entonces, hay que ver como podemos reportar una disputa con un colega, si estamos envueltos en una, sin que esto generé mayores conflictos con nuestros compañeros o jefes.
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