Para este caso debemos participar de un grupo cuyo número no sea inferior a cinco individuos. Trabajaremos mediante la llamada "técnica de los colores", memorizando cada miembro los siguientes colores básicos: blanco, negro, verde, rojo y amarillo. El plata se asimila al blanco, el azul oscuro, marrón o violeta al negro, el celeste al verde y el naranja al rojo. Según el cálculo de probabilidades, si los integrantes del grupo tratan de adivinar un color tienen sólo una posibilidad sobre cinco de acertar por azar. Es decir, un 20 % del total. En este caso, se trata de que uno de los miembros del grupo mentalice un color, de la señal de comienzo del juego — un "ya" por ejemplo— y el resto trate de captar de qué tonalidad se trata, ya sea en la "sensación" del color en sí, o por la recepción de la palabra
que lo identifica.
Repetimos este juego cinco veces por participante, todos los participantes hasta
completar la rueda. Si gracias al cálculo de probabilidades sabemos que por casualidad sólo acertaríamos un color sobre cinco, al descubrir que en este juego alcanzamos dos, tres, cuatro o — como lograron algunos alumnos míos— cinco aciertos sobre cinco intentos, el margen de azar cae estrepitosamente.
En verdad, no hay técnicas secretas. Simplemente, se trata de poner en práctica todo nuestro entrenamiento en relajación psicofísica progresiva profunda, buscando ingresar lo más rápidamente posible en un estado Alfa.
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