¡Camina con confianza!
Las personas caminamos todo el tiempo, pero el hecho es que la mayoría tenemos miedo de caminar. La gente tiende a mirar a la calle (literalmente) en lugar de andar con sus cabezas en alto y mirando a las personas que caminan junto a ti. Algunos irán mirando vidrieras y carteles publicitarios, otros sacarán sus teléfonos del bolsillo y pretenderán estar hablando con alguien, y otros simplemente buscarán algo más que hacer mientras caminan. Todos estos son signos comunes de falta de confianza, y todos se manifiestan durante las caminatas.
Entonces, ¿cómo puede reflejarse la confianza en el caminar? La autoconfianza es la visión que uno tiene sobre sí mismo y sobre sus capacidades. Caminar es una de las tareas humanas más básicas, y generalmente no requiere de ningún esfuerzo consciente. Además, en el caminar el foco ya no está puesto en las ropas y en los accesorios del individuo, y todo tiene que ver con la personalidad. El caminar pinta la habilidad de una persona de desenvolverse en cualquier tipo de situación.
Camina más rápido para construir una imagen
Caminar rápido puede mejorar los niveles de autoconfianza de una persona de varias maneras. Distintas investigaciones señalan que las personas que caminan más rápido son vistas como personas importantes. Al caminar un poco más rápido, un individuo dará la impresión de que está ocupado; que está involucrado en importantes tareas. Se trata de construir la imagen que quieres que los demás vean.
Cuando caminas rápido para transmitir un mensaje de autoconfianza, no debes excederte hasta el punto de parecer en apuros o desesperado/a. Por el contrario, debes llevar un paso rápido pero confortable; despreocupado.
Camina por los beneficios
Dejar una buena impresión al caminar es una cosa completamente diferente a recoger los frutos del buen caminar. La construcción de la imagen puede ser temporaria, pero los beneficios que uno obtiene al caminar duran de por vida.
Distintos estudios han mostrado que al caminar dinámicamente se queman al menos cinco calorías por minuto. Un dato importante: si caminas una milla, quemas 20% menos de calorías que si corres. Esto podría ser un tanto desalentador, y podría hacer que quieras correr en lugar de caminar, pero lo que debes hacer es tomarlo en el contexto de tu vida diaria. La gente suele quejarse de que tiene muy poco tiempo para ejercitar, y justamente ésta es la razón por la que todos deberíamos caminar tanto como nos sea posible.
Cuando alguien ejercita en forma regular, tarde o temprano comenzará a sentir los beneficios de dicha actividad. Por ejemplo, comenzarás a sentirte más relajado/a, tu respiración mejorará y tus músculos serán más fuertes. Ejercitar, asimismo, hace que la mente esté más alerta. Caminar, como una manera de ejercicio, requiere de la coordinación de todo el cuerpo y, en consecuencia, nos da la posibilidad de trabajar todo el cuerpo incluso cuando vamos a hacer las compras.
Al caminar, el oxigeno llega con mayor eficiencia al cerebro, el flujo sanguíneo mejora, y esto hace que tengamos una mente mucho más aguzada. Posiblemente, ésta sea la verdadera razón por la cual caminar en forma rápida puede mejorar la autoconfianza de una persona. Además de construir una imagen para que los demás vean, caminar te hace sentir mejor física y mentalmente, y esto proyecta tus niveles de autoconfianza.
Por otra parte, la caminata como ejercicio no sólo ofrece una multiplicidad de beneficios en el plano físico, sino que también produce un estado de felicidad generado por la producción de endorfinas (hormona de la “felicidad” cuya producción se ve estimulada durante el ejercicio físico).
Hemos hablado de los beneficios de caminar y de la forma en que un simple paseo puede mejorar la confianza que tenemos en nosotros mismos. A continuación, algunos consejos para que camines adecuadamente en vistas a mejorar tu confianza.
• ¡Más rápido!
No está de más repetirlo: un paso rápido hace que los beneficios de la caminata se exacerben. Uno debe intentar en forma consciente incrementar la velocidad de la caminata al menos en un 10%, hasta que llegue el momento en que caminar rápido, para ti, ya no requiera de grandes esfuerzos conscientes. Caminar demasiado rápido te hará ver estresado/a, lleno de pensamientos negativos. No te excedas, o transmitirás una imagen de impaciencia e imprevisibilidad.
• ¡Arriba la vista!
Cuando caminas, no fijes la mirada en las baldosas de la acera o en el gris del asfalto. Procura mantener tu mirada al nivel en que debe estar (a la altura de la cara de las otras personas). Esto te dará la posibilidad de hacer contacto ocular con otros transeúntes. Es una forma no verbal de decir “hola, ¿cómo estás?”.
• ¡Cuidado con los brazos!
Cuando te encuentras caminando, el vaivén natural de los brazos no debe ser restringido ni incrementado. Restringir o acotar el movimiento te hará ver tieso, acartonado (en búsqueda desesperada de un lugar que te haga sentir a gusto) mientras que mecer los brazos en exceso te hará ver un poco... tonto.
• Piensa las cosas
Piensa, luego existe. Procura que tus artículos de mano te permitan caminar en forma confortable. Llevar demasiado peso o llevar artículos de difícil agarre hará que pierdas la velocidad que necesitas en tu caminata.
No es necesario esforzarse mucho para caminar. Sin embargo, andar por la vida con confianza requiere de práctica y devoción. Caminar puede generar muchos beneficios —y a distintos niveles— en la persona que lo hace, sobre todo en términos de autoconfianza. Caminar bien es, a partir de ahora, uno de los nuevos desafíos de tu vida.
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