Es muy difundida la idea de que el bronceado es saludable para la piel. Es importante desmentir esta idea ya que cada año se presentan en los hospitales grandes cantidades de personas afectadas en su piel por la inadecuada exposición a los rayos ultravioleta (UV). Las lesiones más comunes se deben a quemaduras en la piel, de diferente intensidad; este tipo de descuidos tienen consecuencias graves a corto, mediano y a largo plazo: Fotoenvejecimiento, manchas, se dilatan los capilares y el máximo exponente de este mal hábito es el cáncer de piel.
En la actualidad contamos con filtros y pantallas para filtrar los rayos, sin embargo es urgente y necesario que logres modificar tu hábito si es que Tomás sol indiscriminadamente. Con el fin de orientarte, a continuación voy transcribirte las recomendaciones hechas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con motivo de la apertura del verano 2011
- No se exponga al sol entre las 10 y las 17 horas.
- Use protector solar FPS 15 como mínimo, incluso los días nublados, y aplíquelo 30 minutos antes de exponerse al sol. Los niños y bebés necesitan mayor protección.
- Protéjase con sombrero, ropa y anteojos.
- Tenga en cuenta que exponerse en dosis pequeñas y frecuentes, broncea mejor que una exposición prolongada y aislada.
- Busque la sombra de un árbol, techo o sombrilla.
- Recuerde que las nubes dejan pasar el sol, y que la arena, el agua y la nieve aumentan su acción.
Es importante tener en cuenta estos conocimientos para crear hábitos preventivos que te permitan mantener una piel joven y saludable por mucho más tiempo.
Ahora te voy a contar acerca de aquellos hábitos a los que llamo “los grandes amigos de la piel”
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