Una vez que hayas elegido la imagen, decide cómo se compondrán las capas de tu trabajo. Siempre trabaja desde la parte posterior hacia el frente, comenzando con el fondo y llegando hasta los primeros planos.

Tu primera imagen se usará como base, por lo que no será necesario efectuar corte alguno en este caso.

En la próxima imagen, corta la foto completa removiendo cualquier rastro del fondo que se muestre a través del centro de la imagen. Con el resto de las impresiones, corta los detalles que necesitas para los elementos medios y los de la primera plana.

Para las escenas que presentan personas, corta las figuras desde el fondo y luego “vístelas”. La capa final —o de arriba— deberá ser la cara o el gorro, por ejemplo.

Determinación de las formas

Una vez que hayas terminado de cortar las piezas, y antes de pegarlas en capas, deberás usar una herramienta modeladora para agregar efecto. 

Ubica la pieza ya cortada cara abajo sobre una superficie de moleado, efectuando abundantes movimientos desde el centro, rotando la herramienta modeladora hasta alcanzar la forma deseada.

Plumas y pelos

Al momento de cortar imágenes de pájaros o animales, lucirán más realistas si haces pequeños cortes cercanos, de distintas longitudes, alrededor de los bordes, de modo que las piezas luzcan como con verdaderas plumas o pelos.

¿Cómo hacerlo?

Corta en un ángulo de 90 grados siguiendo la forma de las plumas. Comienza a cortar, en primer lugar, aproximadamente entre un cuarto y un tercio de la longitud de las plumas —siempre podrás cortar más si lo deseas, pero primero hazlo en forma precavida—.

Ubícalo sobre la superficie de moldeado y formatéalo según sea necesario.