Todo gerente y supervisor
enfrenta docenas de situaciones de rutina con
los empleados que potencialmente pueden ser
causas de demandas. Una simple solicitud de
licencia puede convertirse en un problema. La
empresa debe conocer que leyes aplican en cada
país para la solicitud de diferentes
tipos de licencias (enfermedad, vacaciones,
maternidad, incapacidad, etc.) Naturalmente,
toda solicitud debe ser manejada de forma justa
y consistente.
Los empleados podrían
hacer otras solicitudes como trabajar desde
la casa, tiempo para estudiar, cambios de horarios,
etc. Atienda cada solicitud con respeto, si
existe una política organizacional para
estos casos apliquela. Si no existe alguna politica,
verifique con el Departamento de Recursos Humanos
o persona autorizada.
Las quejas de los
empleados en relación a diferentes condiciones
de empleo puede ser otro problema. Sin embargo
a la empresa le conviene conecer estas quejas
y atenderlas antes de que se conviertan en problemas
mayores como por ejemplo demandas. Establezca
un proceso en el que los empleados puedan presentar
sus quejas y sugerencias.
En la compensación,
appliqué las leyes en su país
y asegurese que las mujeres o miembros de clases
protegidas se les pague igual por hacer el mismo
trabajo que a los hombres.
Ofrezca adiestramiento
a todos los empleados elegible. No discrimine
en esta o en cualquier otra área de la
administración del personal.
Evaluación
Caso I
Gloria y Robert Sapp, directores de una agencia
de mudanzas, son Adventistas del Séptimo
Día, como lo son la mayoría de
los empleados.
Ruth Armon, que
se describió como Luterana no practicante
en el momento de su empleo en la agencia, declaró
que se había sentido perturbada emocionalmente
al no ser capaz de desconectarse de las declaraciones
que se le hacian sobre próximas catastrofes,
adoración del demonio por las religiones
cristianas y supuestas inadecuación de
su observancia religiosa personal.
Afirmó que
se había convertido en objetivo de comentarios
críticos acerca de sus creencias y que
Gloria Sapp la había dicho que esos comentarios
eran inevitables en el lugar de trabajo.
Ruth Armon declaró
que a los seis meses había tenido una
discusión con Robert Sapp por susquejas
acerca de las conversaciones religiosas y había
dejado el empleo creyendo que estaba despedida.
Preguntas
1. ¿Tiene
Ruth Armon motivos legítimos para presentar
una demanda por discriminación religiosa?
2. ¿Deben los empleados tener derecho
a discutir sus creencias religiosas durante
el trabajo?
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