Esperanza es otra palabra muy importante para un aprendiz de mago y está cimentada en el nivel de conciencia alcanzado por él, en el grado de conocimiento de su condición humana y en la aceptación de su esencia divina.
Se sustenta fundamentalmente en la respuesta que le haya dado a las preguntas ¿Quién soy yo? ¿Por qué estoy aquí? ¿Para dónde voy?, esto es, en el concepto que tenga de sí mismo. Un aprendiz de mago está convencido de que debemos vivir como si fuéramos inmortales y siempre está dispuesto a dar lo mejor de sí mismo porque se da cuenta, acepta que lo que va a recibir será mucho más de lo que de.
Albert Einstein dijo que la pregunta más importante que tal vez un ser humano podría hacerse era: “Es acaso el universo amable?”. Sólo basta mirar a nuestro alrededor (hacia arriba, hacia el frente, hacia los lados, hacia atrás) y hacerlo de manera objetiva, tratando de liberarnos al máximo de nuestros condicionamientos y podremos darnos cuenta de cómo el universo expresa su amor en múltiples formas: el sol, el aire, el agua, los seres vivos alineados con las leyes naturales (plantas, animales, personas concientes de su misión).
Así mismo en la medida en que entendamos el cosmos, por la percepción que nos permita disfrutar plenamente con la apreciación de nuestro planeta y del firmamento, podremos compartir la frase “Más allá del universo en expansión, hay alguien con un violín tocando una melodía secreta” y entender que existe una única canción de la cual hacemos parte.
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