Un aprendiz de mago sabe que su avance en la búsqueda de la excelencia depende fundamentalmente de la adopción de la honestidad como principio básico de vida. Un aprendiz de mago trata de mostrarse tal como es, sin máscaras, sin disfraces; busca decir lo que siente y lo que piensa en todo momento y evita mentir ya que sabe que ello no aporta nada a su crecimiento ni a la evolución de aquellos con quienes interactúa. Un aprendiz de mago comprende claramente que su primer compromiso es ser honesto consigo mismo reconociendo sus limitaciones actuales, identificando sus condicionamientos, aceptando sus errores y que debe evidenciar este compromiso con un rastreo sistemático de su transparencia, a través del cual pueda propiciar su liberación de todos los bloqueos, de todas las ataduras, de todos los apegos ya que sabe que “La recompensa es la paz del alma. Sólo la verdad da descanso”. Un aprendiz de mago sabe también que todo lo que haga debe representar una acción válida, una acción que agregue valor a la vida, una acción que manifieste un profundo respeto por el bien común, una acción orientada a mejorar la calidad de vida de la humanidad, una acción que evidencie la grandeza que hay en él.
14.- JUSTICIA
Un aprendiz de mago está convencido de que el universo es realmente amable, que es una criatura del universo no menos importante que las estrellas y que los árboles, que tiene el derecho a existir y a alcanzar la plenitud, que ha sido dotado de un potencial creativo infinito. Un aprendiz de mago trata de recordar permanentemente que no tiene que esforzarse luchando y buscando victorias en el mundo material, que él mismo es todo lo que necesita, que no requiere nada porque él ya lo es todo y que debe tratar de conectarse con la riqueza interior, con su fuente interior de sabiduría, con la inteligencia organizativa universal que vive en él. Un aprendiz de mago sabe que ha recibido de la vida mucho más de lo que ha dado, que todo lo que ha sucedido en su vida han sido oportunidades para crecer, para aprender, para propiciar su transformación, para avanzar hacia la unidad de su ser. Un aprendiz de mago comprende que todas las personas son aprendices responsables tratando de madurar cada día, seres humanos con diferentes niveles de conciencia y con la total posibilidad de alcanzar su plenitud interior. Un aprendiz de mago comprende claramente este gran secreto de la ética de Buda: "Cualquier cosa que hagas, la haces hacia ti mismo".
15.- LIBERTAD
Un aprendiz de mago busca ser una persona libre, una persona auto-referente, un ser humano que ha adquirido intelectualmente la mayoría de edad: pensar por sí mismo, aprender de sus errores y perseverar ante la adversidad. Un aprendiz de mago busca convertirse en un ser humano realmente autónomo: desarrollar una muy alta autoestima (ser conciente de su valor, del potencial creativo infinito que hay en su interior y de que nada que suceda en el exterior puede afectar su esencia); trata de desarrollar cada vez más las tres funciones básicas de su cerebro total (sabiduría, compasión y determinación que están relacionadas respectivamente con el cerebro superior, el cerebro cardíaco y el cerebro abdominal); y está dispuesto a actuar, a avanzar hacia la materialización de su propósito esencial (enriquecer la base de conocimiento universal existente) y a cumplir con el compromiso que ha adquirido consigo mismo (contribuir efectivamente a mejorar la calidad de vida de su comunidad). Un aprendiz de mago es un ser humano que ha logrado establecer un proceso sistemático de autosatisfacción creciente a través del cual se va liberando cada vez más de los condicionamientos, buscando la unidad de su ser y acercándose a la plenitud interior.
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