Supongamos entonces que hemos realizado la Reducción Eidética de nuestro problema, lo hemos redefinido y redimensionado. ¿Vamos a buscarle de programar una solución con el Control Mental Oriental?.
Tranquilos; todavía no. Necesitamos cumplir antes otro requisito: el Cuadro de situación.
Llamamos "Cuadro de Situación" a efectuar dos listados (sí, en una hoja de papel y con bolígrafo, si prefieren), uno, "A", de los elementos con que contamos a nuestro favor.
Otro ("B"), con los elementos de que carecemos o que juegan en nuestra contra.
Supongamos que el objetivo que quiero programar es irme pronto de vacaciones a
México.
Ante toda dificultad a superar, siempre tenemos variables a favor y en contra:
cuento con determinada suma de dinero pero me falta otra, sé cuándo deseo hacerlo pero no sé si conseguiré ordenar mis compromisos para disponer de esas fechas, ignoro si podré obtener la financiación que puedo enfrentar, etc.
De manera tal que en la Lista A iré anotando lo que tengo: X pesos, la fecha elegida, la empresa de turismo con la que me agradaría contratar el servicio...
En la Lista B, aquello de lo que carezco: que acepten la financiación que puedo aportar, el acuerdo firmado, la garantía de un allegado...
¡Esperen!. ¡Ya sé!. ¡Ya sé!. Varios amigos de la lista en este momento, con un gesto
irónico, estarán pensando algo así como: "¿pero qué viene Gustavo a decirme de hacer un par de listados si yo ya sé perfectamente qué tengo y qué me falta para resolver mi problema?".
Lo que ocurre es que, en el fárrago de la vida cotidiana, lo que sabemos que
tenemos y lo que intuimos que nos falta es la mezcolanza de un "popurrí" donde a la
seguridad que puedo contar con tal dinero se superpone la incertidumbre si cobraré esos dinerillos que mi pariente me debe, y debería avisarle a Carlitos si me firma la garantía, claro que debo fijarme que mi trabajo esté terminado o delegado antes de la fecha que elegí, pero podría contar con Clarita que me dijo que cualquier cosa que necesitara le hablara, pero anda con problemas con la suegra entonces...
De resultas de este barullo, a veces cosas con las que contábamos con seguridad se transformaron en "imponderables" que se cayeron a último momento.
Así que deberemos hacer esos listados, pero en un estado mental que nos permita
observar atentamente lo uno y lo otro, donde discernimos con claridad qué corresponde a "A" y qué a "B", en fin, donde nuestra concentración y creatividad nos permita volcar absolutamente todos los elementos en ambas categorías: y ese es el estado Theta.
Porque cuando el cerebro emite ondas Theta, nuestra mente se encuentra en profunda concentración y tiene destellos de creatividad, diríamos casi de inspiración. No confundidos con nada periférico, observaremos con claridad lo que es y lo que no es, lo que juega a favor y en contra.
Y luego de aplicar la técnica correspondiente (en Control Mental Oriental usamos una técnica que combina respiración "Idá y Pingalá" –muy conocida por los practicantes de Yoga– con un balanceo rítmico del cuerpo, pero cualquier técnica afín de toda escuela de Control Mental igualmente sirve) tomaremos el bolígrafo y haremos los listados correspondientes.
En Theta, no sólo discriminaremos claramente lo que corresponde a una categoría y a otra, sino también veremos claramente aquellas que puedan ser susceptibles de error posterior.
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