La entrevista interna tiene lugar cuando te entrevistas para una nueva posición dentro de la empresa en donde trabajas. Las entrevistas internas no se parecen a los otros tipos de entrevistas. De hecho, son más duras y complicados porque tienes que probarte ante aquellos que crees te conocen bien. No obstante, el hecho de trabajar con estas personas en la misma compañía por un tiempo determinado no quiere decir que conozcan todas tus fuerzas y debilidades, especialmente en lo relacionado a tu capacidad de ocupar el cargo disponible.

En consecuencia, cuando te postules a la vacante, los entrevistadores buscarán asegurarse de que seas realmente la persona indicada para la posición, de modo que sus esfuerzos estarán avocados a no cometer errores influidos por los preconceptos existentes que tienen de ti.

El hecho de ser conocido para los entrevistadores, en cierta forma, puede jugar en tu contra. Por esto, deberás ser muy cuidadoso a la hora de prepararte para una entrevista interna, y tu objetivo principal deberá ser disipar cualquier duda de las mentes de tus colegas superiores acerca de tu postulación para el puesto. A dicho fin, deberás tener siempre presentes los cinco errores más comunes que comenten los candidatos internos, que suelen estar relacionados a la suposición de creer saberlo todo.

• No investigar lo suficiente: Generalmente, los candidatos internos dan por sentado que conocen todo sobre el departamento o la posición ofrecida. En realidad, ellos tienen un conocimiento superficial, adquirido a raíz de la interacción con los colegas y de los comentarios de los pasillos. Cuando la entrevista interna se lleve a cabo, los entrevistadores querrán saber si comprendes los cambios implicados y, en consecuencia, necesitarán saber cuánto sabes sobre las actividades del departamento y del puesto ofrecido. Cuando se llega a la conclusión de que el candidato no posee conocimientos profundos, entonces se lo rechaza.
• No prepararse para la entrevista: Los candidatos internos suelen pensar que son demasiado conocidos por los entrevistadores como para ser evaluados en serio para el puesto, y, en consecuencia, no se preparan como es debido. Éste es un grave error. El personal interno de la empresa necesita convencerse de que la experiencia pasada del candidato se complementará con las necesidades del puesto y, asimismo, que éste no vea el puesto como un paso más en la escalera de ascenso profesional. La falta de preparación por parte del candidato indicará su falta de compromiso.
• Subestimar la entrevista: En aras de no ser visto como una persona presumida, es importante generar una buena impresión en las entrevistas internas. Necesitas tener en mente que estarás compitiendo con otras personas que se han preparado arduamente para esta entrevista. Tu falta de preparación podría hacer creer a los demás que das por seguro que el puesto es tuyo. Sin lugar a dudas, esto terminaría con toda posibilidad de quedarte con el empleo.
• No formular preguntas: Los entrevistadores, durante el proceso de evaluación, medirán tu nivel de interés en el trabajo a través de las preguntas que les hagas. Muchos candidatos llegan a la entrevista con escasa preparación como para formular preguntas, y así pierden la gran oportunidad de probar su pericia para el puesto. Las preguntas que debes formular deberán mostrar tu interés en el trabajo, en los objetivos del departamento, y en tu rol dentro del equipo laboral. Las preguntas son una herramienta importante para el candidato, así que procura sacar el mayor provecho de las mismas.

• No efectuar un seguimiento: Muchos candidatos se olvidan de la carta de seguimiento posterior a la entrevista, y esto es aun más común en las entrevistas internas, en las que sienten que no es necesario a raíz de la familiaridad existente con los entrevistadores. Sin embargo, una carta de seguimiento siempre cumple la función de la frutilla del postre. El candidato interno, a través de esta carta, no solo vuelve a mostrar su interés en el puesto sino que refresca en los entrevistadores el valor agregado que puede aportar al nuevo trabajo.