Es importante ponerse de acuerdo entre mamá y papá sobre los límites y consecuencias que se aplican a cada hijo según su edad y etapa de desarrollo.

Es normal que haya desacuerdos entre los padres, pero deben aprender a negociar entre ellos mismos y tomar acuerdos para que los hijos no se escabullan aprovechando los pleitos y desavenencias entre los padres por no aplicar los mismos límites y consecuencias ante las conductas de los hijos.

Y también resulta necesario aprender a callarse y aceptar decisiones de la pareja aunque en el momento se piense  que no son las más adecuadas, en aras de que el hijo sepa quien pone los límites y las consecuencias en casa.
Si un correctivo no es el adecuado, podrá modificarse, avisando previamente a los hijos o hijas en cuestión y con un previo acuerdo entre los padres

Finalmente comentaremos que se vale equivocarse y también pedir perdón a los hijos cuando la regamos, aunque esto no signifique por supuesto, dejar de aplicar la estrategia mencionada de: Firmeza y Ternura.

No tengamos miedo para disciplinar a nuestros hijos, aunque sean adolescentes. Ellos nos van a probar poniéndose agresivos, enojados, con portazos, amenazas, etc.
Una vez que decidamos aplicar el correctivo debemos ser firmes y mantenernos, NO AFLOJARLE porque nos toman la medida y vuelven a hacer lo que quieren.

Algunos adolescentes se enfrentan a los padres con argumentos que rayan en el chantaje y la amenaza como podemos ver en los siguientes ejemplos:

1.-Manipulan con o a través del chantaje, la amenaza, la exigencia, y el berrinche.
Veamos algunos ejemplos.

1.1.-Chantaje
¡ como no hiciste salsa no me como la sopa!
¡ y si no hay limón no como el pescado!
¡que van a decir de mí si uso ese celular chafón! ,
¡ Yo no te pedí nacer !
1.2.-Berrinche con lágrimas y gritos si papá o mamá no le hace la tarea
o no le compra lo que quiere.

2.- Amenazas y exigencias:
Hija a mamá: pues si no me das el dinero te voy a demandar y a ver como le haces.
Esta frase la escuche en el contexto cuando  una madre reclamaba a su hija que no lavaba los trastes, ni arreglaba su recámara, y le pedía que no gastara tanto dinero en cosas innecesarias. La mamá estaba enojada por la forma en que la hija le pedía o exigía el dinero para la colegiatura de la escuela (la madre jamás había dejado de pagarla y con mucho sacrificio) No fue en un contexto de maltrato a su hija

Hijo a mamá: ¿sabías que los hijos podemos demandar a los papás por maltrato?
Esta pregunta la hizo el hijo en la siguiente situación: Cuando la madre le recamaba al hijo que no limpiaba su cuarto, que no lavaba los trastes, que era muy flojo, que se la pasaba viendo la TV y en videojuegos…  Es decir, realmente el hijo quería asustar a la madre con “el petate del muerto” .

Hija a mamá: Si no me dejas ir con mi novio a Toluca, me largo sin tu permiso, ah verdad? .

3.- Son prepotentes y se sienten merecedores de todo   “ mi única obligación es estudiar, yo tengo mis derechos”

- ¡Que porquería de comida haces!
- ¡Me da asco que le pongas al arroz tanto ejote, mira nada más!
- ¡No hay nada de comer, pídeme una pizza! ( siendo que el refrigerador tiene variados alimentos para preparar, pero el hijito o la hijita adolescente solo quiere que su mamá cocine lo que le gusta, al estilo de los Reyes, reinas y princesas  despóticos de hace 200 y más años,  que por cierto esos gobiernos despóticos ya desaparecieron de la inmensa mayoría de los países y se transformaron en las “democracias” que hoy conocemos)

4.- Papá y mamá infinidad de veces le dijeron: baja el carro de la banqueta, te pueden multar ( el carro lo usa de manera exclusiva el chavo, prácticamente es el dueño)
Llega el policía de tránsito para aplicar una multa por tener el vehiculo arriba de la banqueta, el chavo dice:  ¿ Porqué voy a pagar la multa del carro si ni siquiera la factura está a mi nombre ? En mi tierra le contestarían al chavo: ¿limosnero y con garrote?

5.- Mamá pide de favor a su hija que le ayude con  el aseo de la casa (por cierto es algo que siempre lo hace mamá) un domingo en la mañana, la hija se niega con todo tipo de argumentos, el principal: hoy es domingo, además diles a mis hermanos y vas a ver lo que te van a contestar. Senda discusión se entabla, hasta que la madre acorrala a su hija pues esta nunca coopera ni siquiera para mantener diariamente su cuarto arreglado, entonces para sorpresa de la hija, los otros cuatro hijos acceden sin chistar hacer el trabajo ese mismo domingo.

6.- El papá ofrece: ya tienes computadora y con esa sacas adelante todos tus trabajos, tu me estás pidiendo una Lap top, está bien, voy a comprar una y te la presto para tu uso exclusivo siempre y cuando cumplas con lo que te voy a decir…

Dice la Hija: Me ofreces la computadora pero me extorsionas, así no quiero nada  (la “extorsión” según el hija consiste en que el padre le ofrece comprar una lap top nueva a cambio de que la hija vaya a la iglesia una vez por semana y a un campamento de la misma, y la hija dice que eso es extorsión. Por cierto, según el diccionario, extorsión:

Extorsión: 1. f. Amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener de él dinero u otro provecho.
2. f. Presión que, mediante amenazas, se ejerce sobre alguien para obligarle a obrar   
        en determinado sentido.]]]
 
Así podemos ampliar y enumerar infinidad de ejemplos que utilizan los adolescentes para mantener a sus padres a raya y así librarse de cualquier correctivo y además hacer siempre lo que desean.
Yo los invito a que reflexionen y hagan una lista del tipo de amenazas, chantajes, berrinches y demás linduras de sus adolescentes para que las ubiquen en su justo valor, y así puedan iniciar  una nueva relación con sus hijos.

Para hacerlo es indispensable estar de acuerdo mamá y papá, una vez acordado, comunicarles a sus hijos las nuevas reglas, límites y consecuencias de que ellos violen esas reglas.
Ahora bien, no todo en la relación con los hijos son reglas y consecuencias, de manera paralela es necesario que los padres se acerquen más a sus hijos, sean comunicativos y convivan en las actividades que a sus hijos les gustan. Esto afianzará la autoridad como padres, y sus hijos estarán más dispuestos a obedecer.

En el caso de que haya heridas no sanadas de los padres hacia los hijos, buscar la oportunidad para pedir perdón y reparar en la medida de lo posible el daño causado a alguno o alguna de las hijas.
La tarea de padres es complicada, de pronto empiezan a tener conductas los hijos que si los juzgamos de inmediato sin una buena reflexión podemos pensar que ya son ladrones o delincuentes consumados y podemos tomar medidas inadecuadas y fuera de toda proporción.

Veamos un par de ejemplos: una chavo de 10 años empezó a “robarse cosas” de las casas e sus tías (un anillos, un reloj) . Cuando tuve oportunidad de ver el caso en terapia, llegamos a la conclusión de que el hijo estaba llamando la atención de sus padres:
¡ ey, estoy aquí, existo y necesito su tiempo y cariño! , con un cambio en la forma de trato de los padres hacia el hijo, se resolvió el problema.
En otro caso a una muchachita de 12 años, la mamá le prometió un celular para el día de su cumpleaños, llegó el día y no se lo dio, luego navidad y tampoco. Al regreso a clases luego de las fiestas decembrinas, la niña se apropió de un celular de una compañerita del salón.

Cuando su madre la cachó le puso una regañiza y casi la golpea, la hija llorando le reprochó: es que me prometes muchas cosas y no me cumples.

En este caso, la mamá debe ser sincera, si llegado el momento no puede comprar el celular, dar una explicación y proponer una plan para comprarlo, incluso con la participación de las hija: hacer galletas y venderlas, pastelillos, etc. Pero lo peor es quedarse callados y dejar que pase el tiempo.

Por esa razón es conveniente consultar al psicólogo especialista cuando tengan la duda y no se sabe como actuar.

Ahora es el momento de pasar a analizar algunos conceptos que nos serán de utilidad en esta tarea de aplicar límites y consecuencias, veamos.