Para tolerar lo que es inherente a la vida:
1.
Incluye en tu vida algún programa de actividad física (gimnasia, paseos,
bicicleta, etc.). "Mens sana in corpore sano".
2.
Practica técnicas de relajación. Las técnicas de relajación, sin ser la
única solución, sí constituyen una respuesta natural, fisiológica y
específica para el problema del estrés. Nuestro organismo cuenta, de forma
innata, con la posibilidad de responder anulando ciertos factores
desencadenantes del estrés. No obstante, esta respuesta no es automática, si
no que es algo que poseemos en potencia y que debemos aprender a
desarrollar, educar y ejercitar. Al principio, esto es difícil de llevar a
la práctica, por lo cual es bueno acercarse a alguna institución o
profesional que te lo enseñe específicamente para luego poder practicarlo
por tu cuenta.
3.
Deténte durante unos minutos al día. Poder parar 15 minutos diarios tiene un
doble propósito:
a)"Desenchufarse", absorber el estrés y recuperar energías para poder seguir
adelante en mejores condiciones.
b)
Poder centrarse en los objetivos más importantes: no permitir que los
árboles no nos dejen ver el bosque.
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