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Cuando vamos acumulando mal entendidos con una persona o conflictos internos le colocamos un cupón. Es un término utilizado en Inteligencia Emocional que resulta muy gráfico para definir las consecuencias que supone archivar en nuestra mente cualquier situación no resuelta en las relaciones personales. Los cupones negativos en lugar de alimentar una relación producen el efecto contrario: la destruyen poco a poco. Es fácil detectar cuándo hemos colocado un cupón (o sea, una etiqueta negativa a una persona) ya que este hecho siempre tiene un componente somático: el sujeto puede experimentar desde opresión en el estómago, hasta aceleración del ritmo cardíaco, pasando por ponerse colorado, sudor frío en la espalda, rigidez en las mandíbulas... El ser humano es un ser corpóreo espiritual, por lo que, su estado anímico repercute de forma directa en su estado físico y a la inversa. Por ejemplo, el cansancio influye en el estado anímico.
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