A lo largo de este curso, tanto la psicología como la filosofía se darán la mano continuamente ya que creemos que un trabajo interdisciplinar es mucho más enriquecedor para cualquier investigación sobre el ser humano y la felicidad.
Realmente, nos encontramos ante un tema complejo ya que la verdadera aplicación práctica de esta teoría se encuentra en el día a día, es decir, en nuestra propia vida. De nosotros depende vivir una existencia realmente auténtica o dejarnos llevar por la apariencia o por aquello que los demás esperan de nosotros en lugar de pensar en lo que nosotros mismos queremos y deseamos. Sería fantástico llegar a nuestro último día de vida y poder decir: “Esta es mi vida, volvería a vivirla si alguien me diese la oportunidad”. Para lograr tal objetivo debemos comenzar a trabajar inmediatamente por mejorar todos aquellos aspectos de nuestra vida que no nos gustan demasiado.
Es fundamental ser realistas, es decir, debemos hacernos pequeños propósitos que sabremos que tendremos voluntad y constancia para cumplir: objetivos operativos. Cualquier cambio es difícil y conlleva cierto grado de dolor ya que en el proceso de cambio se produce una ruptura. Sin embargo, así es el aprendizaje y en este caso queremos aprender a manejar mejor nuestras emociones. Por eso, debemos aceptar que el proceso de cambio será difícil, sin embargo, será gratificante cuando alcancemos el resultado deseado a través del hábito.
El hábito es la repetición de un acto durante un número tan elevado de veces que finalmente se convierte en costumbre. Por ejemplo, si el propósito de una persona es adelgazar puede adquirir el hábito de dar un paseo diario durante una hora.
En la mayoría de las ocasiones, las personas sienten miedo ante la posibilidad del cambio porque al modificar un acto de nuestra conducta nos adentramos en el terreno de lo desconocido, es decir, nos sentimos más inseguros. El miedo es un sentimiento natural en el ser humano que puede tener carácter positivo o negativo:
• El miedo es positivo cuando nos previene de un peligro ya que es una herramienta básica de supervivencia como seres mortales que somos. Por ejemplo, una persona se aleja del fuego porque sabe que quema.
• El miedo es negativo cuando se convierte en una limitación para el ser humano. Solamente puede crecer interiormente aquella persona que se enfrenta a sus miedos. Cuando una persona no hace frente a su miedo al final vive dominada por él hasta el punto que el miedo se hace cada vez más y más grande y se convierte en una fobia. Uno de los casos más extremos queda reflejado, por ejemplo, en el caso de la fobia social propia de aquellas personas que tienen grandes limitaciones para relacionarse con los demás.
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