La autoestima es un ingrediente básico de la felicidad. La autoestima hace referencia al tipo de relación que una persona tiene consigo misma. Esta relación puede ser positiva o negativa, es decir, alguien puede quererse a sí mismo o no hacerlo. Una persona con un buen grado de autoestima afronta la vida con seguridad y confianza mientras que quien tiene una mala autoestima padece miedos irracionales, ansiedad y estrés. El camino hacia el optimismo comienza por el pensamiento positivo. En cambio, quien se castiga constantemente a sí mismo con pensamientos negativos no se cree merecedor de la felicidad. La verdadera alegría nace de dentro y se muestra a los demás a través de gestos externos como la risa.

El ser humano aprende a través de la experiencia; por esta razón, la sabiduría del anciano es un verdadero legado que las nuevas generaciones deben apreciar como un verdadero tesoro de vida. En la sociedad actual, se valora excesivamente a la juventud y se infravalora la vejez, cuando en realidad, el diálogo intergeneracional es una fuente de sabiduría para aquellos que todavía se están abriendo camino. Uno de los ingredientes más importantes en la receta de la felicidad es el amor. El hombre es un ser de una doble naturaleza como ser individual y como ser social. Necesitamos formar parte de un grupo y sentirnos reconocidos; el ejemplo más claro queda patente en el hecho de que todos venimos al mundo en el seno de una familia. La familia es la primera comunidad de amor que dota de sentido la existencia humana; de hecho, uno de los peores castigos es el aislamiento.

Muchos de los problemas de autoestima que vive el adulto tienen su raíz en las carencias afectivas vividas en la infancia. Sin embargo, la autoestima no es innata, es decir, se construye o destruye a lo largo de la vida, por tanto, este dato resulta muy esperanzador para todas aquellas personas con un concepto negativo de sí mismas. Es posible aprender a querernos más y mejor a nosotros mismos igual que podemos aprender a querer más y mejor a los demás.