Sobre todo si piensas vivir de la fotografía, el manejo o manipulación adecuado de la cámara puede reducir sensiblemente el número de tomas, ayudando a hacer más fácil tu día.
- ¿Cómo sostener la cámara?
Sostén la cámara con firmeza en tu mano para prevenir que sacudidas o movimientos bruscos al momento de presionar el botón del obturador. Asimismo, observa la ubicación de tus dedos y procura no estar obstruyendo la lente.
Un buen truco es sostener la correa de la cámara entre tus de modo que puedas tener conciencia de dónde se encuentran. Otro consejo, especialmente con las cámaras más pequeñas, es mantener el ojo en el visor óptico para capturar la imagen en lugar de usar en visor electrónico —esto no sólo ayudará a que ver exactamente lo que vas a fotografiar, sino que te ayudará a estabilizar la toma entre tus manos y tu rostro para reducir los temblores—.
Para que una foto de una persona luzca bien enfocada, es necesario buscar hacer el enfoque en los ojos o en la cara de la persona que estamos fotografiando.
Dado que las cámaras digitales el proceso de enfoque suele tardar un poco más que las máquinas a rollo, un consejo importante es presionar hasta la mitad el disparador hasta que la cámara haya tenido tiempo de enfocar, y luego presionar por completo para tomar la fotografía —este pequeño tip puede hacer la diferencia entre un disparo movido y fuera de foco y una fotografía clara y definida—.
Generalmente, las cámaras con autoenfoque, miden la distancia y enfocan al objeto que se encuentre más cercano a la cámara siempre y cuando este objeto o persona este en el área central del cuadro.
Para que una cámara pueda enfocar, es necesario que haya buena luz y de preferencia que haya muchos colores y texturas en la foto que queremos tomar. Algunas cámaras emiten una luz infrarroja para facilitar el enfoque automático en situaciones con poca luz o con poco contraste y texturas.
Una de las principales ventajas que nos ofrece una cámara digital es la posibilidad de previsualizar las fotos después de haberlas tomado. Si intentas capturar una escena específica, puedes previsualizar la foto en el visor y ver si la toma ha salido como esperabas. Si no ha sido así, entonces puedes borrarla y luego volver a intentarlo hasta tener la foto deseada. Después de todo, ¿qué sentido tiene quedarte con una foto borrosa, o de alguien con los ojos cerrados, o con una persona obstruyendo la mitad de la escena?
No hay peor sentimiento que ver que ese beso perfecto, esa sonrisa blanca y hermosa, o ese atardecer romántico, no han quedado grabados en tu máquina por falta de espacio. A todos nos ha pasado alguna vez. Sin embargo, es muy sencillo prevenir este error: elimina todas las fotos viejas de la cámara una vez al mes (o con mayor frecuencia si sueles tomar muchas fotografías).
Por otra parte, lleva contigo una segunda tarjeta de memoria cuando te encuentres de viaje, incluso cuando tu tarjeta principal sea lo suficientemente grande (al menos eso es lo que crees), por si llegaras a necesitar un espacio adicional.
Existen también productos de almacenamiento portátiles que te permite descargar y archivar tus fotos para mantener libre tu espacio de almacenamiento principal —desde adaptadores para iPod hasta discos portátiles y grabadoras de CD.
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